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Mariano Mirelman, director ejecutivo del Consejo Representativo Israelita de Paraguay (CRIP), le explicó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que “Rosh Hashaná es una fiesta religiosa y familiar a la vez”, en la cual hay que tomarse “el tiempo para disfrutar de lo que tenemos, ya que -muchas veces- la vorágine diaria no nos permite ver más allá de nuestras narices”.
“No tiene sólo que ver con el ritual de encontrarnos en nuestra sinagoga, rezar con las melodías tradicionales, escuchar el shofar y augurarnos un buen año, salud y crecimiento, sino que también es un momento especial para la unión familiar y para rememorar lo vivido durante el año, a la vez que volver a degustar los sabores típicos de la casa judía”, amplió.
Mirelman auguró que en 5571 “queremos seguir creciendo como comunidad, con los pilares en los que basamos nuestro proyecto de vida judía: educación, religión y lo sociocultural y deportivo, desarrollando espacios atractivos para los distintos grupos etarios”.
El funcionario del CRIP anheló “que el miembro de nuestra comunidad pueda tener la alternativa de elegir de qué manera vivir su judaísmo, que esos espacios le sean relevantes y que podamos ofrecerle herramientas que ayuden a fortalecer su identidad judía a través de los valores que nos marcan como pueblo”.
Mirelman pidió “no olvidarnos del Tikún Olam (perfeccionamiento del mundo) y la ayuda a los más necesitados, que debe estar siempre presente en nuestra vida y en nuestras acciones”.
“El mensaje principal para la comunidad judía mundial sería que nos demos cuenta de que, en definitiva y a pesar de las diferencias culturales, somos un solo pueblo, que tenemos objetivos comunes y debemos dejar de lado lo que nos separa y fortalecer lo que nos une.”
El director ejecutivo del Consejo Representativo Israelita de Paraguay deseó “que seamos abiertos para compartir nuestros éxitos y fracasos, para que otros puedan aprender de nosotros y nosotros, de nuestros semejantes”.
“En definitiva -prosiguió Mirelman- que seamos capaces de vivir nuestro judaísmo de forma plena, sin un ‘judiómetro’ que decida por nosotros cómo y qué hacer.”
Por otra parte, el funcionario paraguayo le contó a AJN que “el colegio de la comunidad, Estado de Israel (CEI), está pasando por un proceso de refundación, con la asesoría y el traspaso del know how (conocimientos) por parte de la escuela Tarbut, de la Argentina”.
“Este año profundizamos en el concepto del shofar, sus características y su uso en el pasado y el presente, y en el valor de escuchar como un proceso activo que implica entendimiento, aprehender y reconocer que hay un otro con el cual entro en diálogo”, especificó.
Mirelman enseñó que “la raíz de la palabra hebrea ‘shofar’ es la misma que la de ‘leshaper’ -mejorar-“; es decir que “el shofar nos invita a despertar de nuestro letargo para ser mejores”.
“Éste es un valor que trabajamos en situaciones cotidianas de los alumnos en el CEI y que está anclado en festividades tan preciadas como son las (del mes hebreo) de tishrei”, continuó.
Además, la comunidad judeoparaguaya “cuenta con proyectos de educación no formal para aquellos niños que no asisten a la escuela hebrea”, en los cuales “se vienen trabajando los valores de las Altas Fiestas desde un lugar más lúdico”, ya que “el canto, el arte y los relatos forman parte integral del desarrollo del niño y su estimulación para preguntar sobre los símbolos de las fiestas”.
El director ejecutivo del CRIP agregó que “también integramos a los papás en los festejos, con actividades especiales, para que sea un aprendizaje familiar y no sólo de los chicos”.
Finalmente, Mirelman aseguró que “si bien siempre hay que estar atentos y preparados, no tenemos problemas de antisemitismo y nos sentimos seguros en el lugar en que vivimos; además, contamos con el total apoyo de las autoridades locales”.