Desde el museo de Yad Vashem, Ashkenazi indicó que el pueblo judío “nunca más será dependiente de la benevolencia de otros. Nunca más los niños judíos tendrán temor o rogarán piedad. Nunca más un defensor del mal dictará el futuro del pueblo judío”.
“En el nombre de mi padre y su familia que lucharon por un estado soberano e independiente y en el nombre de millones que no pudieron presenciar la materialización de su sueño, estoy aquí hoy como el comandante de la fuerza de defensa hebrea, las Fuerzas de Defensa de Israel”.
Ashkenazi habló sobre las experiencias de su padre, un sobreviviente del Holocausto de la ciudad búlgara de Plovdiv.
“En la noche del 9 de marzo de 1943, la familia de mi padre abrió la puerta a la policía búlgara que les ordenó prepararse para ser deportados desde Bulgaria en cuestión de horas”, dijo Ashkenazi. “Junto con otros seis mil judíos, mi padre se reunió en el patio de la escuela y recitó la plegaria ‘shema Israel’. Al final, mi padre y los judíos de Plovdiv no fueron enviados a los campos de exterminio. La cancelación de la orden de deportación llegó cuando ya estaban en el tren, poco antes de su salida”.
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GL