El secretario indio de Interior, G.K. Pillai, aseguró a la prensa que un camarero descubrió un paquete en el establecimiento y, al intentar abrirlo, estalló el artefacto que se hallaba en su interior.
Amos Barzilai del centro local de Jabad Lubavitch dijo a Ynet que el ataque tuvo lugar "dos edificios de distancia de la casa de Jabad." Barzilai dijo que actualmente hay 15 israelíes en la ciudad y que todos estaban sanos y salvos. Estamos aquí sentados, el estudio de la Torá y dando gracias a Dios el ataque no fue en nuestro centro", dijo. "La explosión sacudió todo el edificio, pero no sufrió daños", agregó Barzilai. ." "Estamos naturalmente asustados por el ruido, que nos tomó unos segundos para darse cuenta de lo que había pasado. Poco después, oímos los coches patrulla fuera".
En una declaración retransmitida por el canal delhí "NDTV", Pillai agregó que expertos forenses han sido enviados a la zona y que un equipo del Buró Central de Investigación (CBI) ha salido de Delhi con destino a Pune para iniciar sus pesquisas.
El secretario llamó la atención sobre el hecho de que, según la información de la que dispone el Gobierno, el estadounidense de origen paquistaní David Coleman Headley, supuesto miembro del grupo terrorista Lashkar-e-Toiba (LeT) y acusado por la Fiscalía de EEUU por su implicación en el ataque terrorista de Bombay de 2008, se había alojado en el "ashram" de Osho, cercano al lugar del atentado.
Preguntado sobre si el Gobierno deducía de esto que el ataque había sido perpetrado por el LeT, responsable del atentado de Bombay en 2008, el secretario se limitó a contestar que aún es demasiado pronto para afirmar esto.
La bomba estalló en un barrio pudiente de la urbe de Pune, situada en el estado occidental de Maharashtra, cuya capital es Bombay.
Pillai dijo que de momento se ignora la nacionalidad del extranjero muerto en el atentado, mientras que los medios indios especulan con que el número de extranjeros muertos sea mayor.
El restaurante se halla también cerca de un centro judío.
El ataque tiene lugar justo cuando Pakistán había aceptado una oferta de la India para que sus secretarios de Exteriores se reunieran en Delhi el próximo día 25, en un intento de desatascar las rondas de diálogo suspendidas tras el ataque de Bombay.
Desde el brutal atentado de noviembre de 2008 en la capital financiera de la India no se había registrado ningún gran atentado al margen de algunas bombas colocadas por insurgentes separatistas en los estados nororientales indios.