Según informa el diario ‘Haaretz’ en su edición digital, los líderes laboristas no ha conseguido un acuerdo sobre la forma de designar al sucesor de Mitzna ni tampoco sobre el periodo de tiempo que permanecerá en la dirección
del partido. Hasta ayer mismo, Ben Eliezer y otros ‘halcones’ respaldaban el nombramiento de Peres como líder temporal de la formación, pero hoy la situación cambió, debido a diferencias de opinión que no se han solventado: Peres quería permanecer en el cargo al menos dos años, mientras que Ben Eliezer no le concedía más de tres meses.
El ex ministro de Exteriores defendió su postura afirmando que necesitaría «un periodo largo» para reorganizar el partido y sacarlo de la crisis en que se encuentra, que se manifestó sobre todo en el descalabro de las elecciones legislativas del pasado enero.
La opción de Peres contaba con el respaldo de parte de la formación, pero Ben Eliezer también es un ‘peso pesado’ y ponía dos condiciones: que el mandato fuera limitado y que el candidato se comprometiera a no entrar en el Gobierno de coalición liderado por el Likud de Ariel Sharon, como Peres ha defendido en varias ocasiones.
El objetivo del proyecto de liderazgo temporal del ex ministro de Defensa –quien en un principio dejó caer su candidatura en favor de Peres– se basaba también en el objetivo de la reorganización del partido, pero como alternativa al Likud y a su plan de austeridad presupuestaria, es decir en la oposición.
Fuentes laboristas citadas por el rotativo indicaron que en realidad la intención de Ben Eliezer es otra: atrasar su candidatura hasta haber logrado el apoyo necesario entre sus correligionarios, algo que ya estaba intentando durante el mandato de Mitzna, cuya dimisión le cogió ‘desprevenido’.
Mitzna dimitió por sorpresa el pasado domingo, denunciando las presiones recibidas desde el sector más radical, favorable a volver a la coalición de Gobierno con el Likud, extremo al que el líder laborista se había negado por considerar que Sharon no está comprometido con el proceso de paz