Una encuesta realizada por los participantes del Congreso de Sderot, que se realizará hoy en la sede del Instituto Sapir, al sur de Israel, dio como resultado el dato de que más del 70 por ciento de la población israelí considera que su gobierno es “corrupto”, manifiesta la pérdida de fe en las instituciones públicas y asegura que “los más ilícitos son: el parlamento y los ministerios.
El presidente del congreso, Uzi Dayam, dijo frente a los resultados que “el índice nos demuestra que la corrupción gubernamental es el enemigo número 1 de Israel y que el pueblo israelí reconoce que la corrupción es un crimen sin víctimas”.
En contraposición a estos niveles de desconfianza, la mayoría de los consultados dijo que sólo confía en las Fuerzas de Defensa de Israel.
Entre las críticas que más destacadas contra la cúpula política figuran el proteger a gente cercana, “el no decirle la vedad al pueblo”, el aceptar dinero de diferentes empresarios desconocidos para sociedad y el hacer uso del dinero público para situaciones de carácter personal.
Por su parte, las entidades bancarias, los medios de comunicación y la fuerza policial no parecen estar en la cima de las instituciones sospechadas y “rankean” casi al final de la lista.
AD-SJS