Luego de diez horas de debate, fue aprobado gran parte del proyecto, que prevé un gasto de casi 80.000 millones de dólares para el próximo año. Hubo quejas por del dinero destinado a combatir la pobreza y varios legisladores que se abstuvieron de votar.
Pocos días antes de la finalización del año fiscal y tras un extenso debate, el Congreso israelí aprobó este jueves la ley de presupuesto, que prevé un gasto aproximado de 80.000 millones de dólares para 2008.
Importantes legisladores se abstuvieron de votar, entre ellos el ex ministro de Defensa Amir Peretz, y hubo duras críticas para el proyecto, que fue aprobado por la noche, en su tercera lectura, por 71 votos contra 36, al cabo de diez horas de discusiones.
El líder del partido opositor Hadash, Muhammad Barakei, aseguró que el proyecto «fortalecerá la ocupación y los asentamientos judíos», según informó la prensa israelí.
El legislador árabe israelí agregó que «Israel es el único país en el mundo cuyo fenómeno de pobreza está muy relacionado con el nacionalismo, porque son los ciudadanos árabes los que más sufren».
Una reciente investigación del Departamento de Asistencia Social de la Universidad de Haifa proporcionó datos alarmantes sobre los habitantes de Jerusalem, donde un 24% de quienes reciben ayuda del Servicio de Bienestar Social restringió el uso de medicamentos necesarios para su salud y un 42% disminuyó sus compras de productos de primera necesidad.
En tanto, el Informe Alternativo de Pobreza publicado por la organización humanitaria Latet señaló que el número de israelíes pobres se duplicó en los últimos cinco años y que la mitad de ellos cree que nunca podrá salir de esa situación.
Durante las últimas semanas, el gobierno debió enfrentar las críticas de la oposición y otorgó ciertas concesiones al presupuesto para asegurarse la votación: canceló impuestos a la salud para amas de casa y congeló los cortes en la seguridad social.
Aún resta discutir algunos artículos por separado para sancionar definitivamente la ley.
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