‘Me complace anunciar que el 27 de noviembre Estados Unidos recibirá al primer ministro israelí Ehud Olmert y al presidente de la Autoridad Palestina Mamud Abas, a miembros del comité de la Liga Árabe, del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, del G8, y a otros actores clave internacionales, para una conferencia en Annapolis, Maryland (este)’, anunció el portavoz del departamento de Estado Sean McCormack.
El encuentro de Annapolis, un puerto de Maryland a unos cuarenta kilómetros al este de Washington, tiene por misión reabrir las negociaciones para la creación de un Estado palestino estancadas desde hace siete años.
Tras la reunión, el presidente Bush recibirá a Olmert y Abas. Para la Casa Blanca esta conferencia no es una apuesta. ‘El presidente no es un jugador’ pero ‘quiere que las partes se reúnan por interés de la paz, de la estabilidad, la democracia y la libertad en Oriente Medio’, dijo el martes la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.
Olmert dijo esperar un ‘acuerdo definitivo’ con los palestinos el año próximo. Según el presidente israelí ‘la reunión de Annapolis no es supuestamente una reunión de negociaciones’. Las negociaciones sobre cuestiones fundamentales ‘comenzarán después’, precisó el dirigente. Estos puntos esenciales consisten principalmente en el estatuto de Jerusalén este, ocupado por Israel desde 1967, las fronteras de un futuro Estado palestino, el estatuto de los refugiados palestinos y el futuro de las colonias judías. ‘Trabajamos duro para preparar bien esta reunión a pesar de ciertas dificultades que esperamos superar’, subrayó Abas en Ramala.
Desde el anuncio de un proyecto de conferencia sobre Oriente Medio, formulado antes del verano, las expectativas de las distintas partes se redujeron considerablemente, y estos últimos días Estados Unidos insistió en la importancia del ‘después de Annapolis’. El departamento de Estado, que multiplica las presiones, indicó el martes que las dos partes, con posiciones a menudo enfrentadas, podrían no haberse puesto todavía de acuerdo sobre ninguno de los documentos a aprobar.
Por su parte, Siria condicionó su asistencia a la reunión a la inclusión de la ocupación de la meseta del Golán entre los asuntos a tratar. Damasco reclama la restitución total de la meseta, conquistada por Israel en 1967, y anexada en 1981. ‘Siria no participará en esta reunión’ si la cuestión del Golán no se encuentra en el orden del día, afirmó el martes Wallid Muallem, ministro de Relaciones Exteriores sirio.
Las negociaciones de paz sirio-israelíes se encuentran estancadas desde el 2000. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, excluyó en octubre que la reunión de Annapolis tratase el tema del Golán, pero el departamento de Estado subrayó que los participantes en la reunión podrían ‘discutir sobre una paz global entre los países árabes e Israel’.
Los países árabes se reunirán jueves y viernes en el Cairo para decidir su participación en la conferencia. La presencia del ministro saudí de Relaciones Exteriores, Saud al-Faycal, sería especialmente significativa, destacó Aaron David Miller, ex negociador estadounidense y hoy experto en el centro internacional de investigación de Washington Woodrow Wilson.
Arabia Saudí nunca reconoció a Israel y los responsables saudíes nunca conversaron en público con responsables del gobierno israelí, pese a que ambos comparten una banca en la ONU. ‘Si Saud al-Faycal viene -y creo que lo hará-, probablemente sea la primera vez que Arabia Saudí participa en una conferencia dedicada específicamente a la cuestión israelo-árabe’, explicó Miller.