Netanyahu se incorporó ayer al gobierno de Ariel Sharon —su rival en las internas del partido Likud— al término de lo que observadores políticos definen como «una trampa brillante»: Sharon le ofreció entrar al gobierno para reforzar su coalición y evitar las elecciones anticipadas. Estas no pudieron evitarse, pero Sharon ya no pudo echarse atrás con el ofrecimiento a Netanyahu.
Ya en el primer día juntos en el gobierno hubo un choque entre Netanyahu y Sharon. Fue cuando el flamante canciller se expresó en contra de un compromiso expreso del premier frente a los EE.UU. —el plan de paz de Bush— explicando que la guerra con Irak lo hacía irrelevante. En tanto, Sharon tuvo que aclarar en el Parlamento que el ex premier «cumpliría con todos los compromisos y las líneas de acción del gobierno para el logro y la seguridad del Estado».
El plan de Washington, presentado en setiembre pasado, establece la creación de un Estado palestino provisional a finales de 2003, luego de reformas en las instituciones palestinas y el desmantelamiento de gran parte de los asentamientos israelíes.
Netanyahu dijo ayer que se opone a la creación de un «Estado palestino terrorista» al lado de Israel, y aseguró que ello no ocurrirá en 2003 si él llega a la jefatura del gobierno. Netanyahu reemplazó en el puesto al laborista Shimon Peres, que durante casi dos años constituyó una suerte de fuente de legitimación para las políticas duras del gobierno de Sharon. Netanyahu definió el objetivo de la Cancillería como «demostrarle al mundo que los palestinos son mentirosos y que Israel tiene la razón». En el pasado lejano y cercano, la función de la Cancillería israelí estaba tradicionalmente definida como «buscar por todos los medios diplomáticos el arribo a acuerdos de paz con los vecinos árabes».
La fecha de las elecciones generales anticipadas se había establecido el martes para el 28 de enero, pero ayer se anunció que la decisión definitiva se tomará recién el lunes.
El Likud y el Partido Laborista realizarán antes elecciones primarias para elegir a su líder y candidato al cargo de primer ministro. En el Likud, Sharon aventaja a Netanyahu con un 44% frente al 38%, según un sondeo del Instituto Dahaf publicado en el diario Yediot Ahronot.
En las primarias laboristas del 19 de noviembre, el jefe del partido, Benjamin Ben-Eliezer, se enfrenta al alcalde de Haifa, Amram Mitzna, y al legislador Haim Ramon. Mitzna, que encabeza el trío en los sondeos entre los militantes del partido, dijo el miércoles que de ganar no embarcará al Partido Laborista en otra coalición con el Likud.