«Durante mi última reunión con el presidente George W. Bush (el 19 de junio) acordamos que la ayuda (estadounidense) ascienda a 30.000 millones de dólares en los próximos diez años, algo que se traducirá en 3.000 millones de dólares anuales a partir de 2008», afirmó Olmert al comenzar su consejo de ministros semanal en Jerusalén. Esta ayuda representa un incremento del 25%, precisó el propio primer ministro israelí.
Para el presente 2007, el Estado hebreo recibió 2.400 millones de dólares (1.800 millones de euros) en ayuda militar de Washington. De esa cifra, tres cuartas partes se dedica a la compra de armas a empresas estadounidenses, mientras que el resto está destinado al aprovisionamiento militar en el mercado interno.
«Esta ayuda significa una mejora considerable y muy importante para la seguridad de Israel», añadió el primer ministro. Olmert también destacó que Bush le dio garantías de que Israel seguirá gozando de un potencial militar mayor que los países árabes de la región.
Según los diarios The Washington Post y The New York Times, el gobierno estadounidense va a anunciar contratos con Arabia Saudí así como con Emiratos Árabes Unidos (Kuwait, Qatar, Bahréin y Omán) por un montante total de al menos 20.000 millones de dólares (15.000 millones de euros).
«Comprendemos el deseo estadounidense de ayudar a los países moderados que forman parte del frente junto a Israel y Estados Unidos en la lucha contra Irán», explicó Olmert. El New York Times señaló en abril que las negociaciones se dilataron por las reservas de Israel a que los saudíes dispongan de armamento guiado de precisión.
Los contratos deben ser confirmados a comienzos de esta semana, justo antes de la gira a Oriente Medio de los secretarios de Estado y de Defensa estadounidenses, Condoleezza Rice y Robert Gates, respectivamente.