El primer ministro israelí, Ehud Olmert, recibió el miércoles nuevas críticas por su manejo de la guerra en Líbano, mientras que una auditoría del Estado lo acusó de no proteger correctamente a los civiles israelíes de los ataques con cohetes.
En un duro informe, el contralor israelí Micha Lindenstraus dijo que Olmert y su entorno habían «fallado gravemente en la toma de decisiones» al no considerar la forma en que los cohetes lanzados por la guerrilla de Hizbolá podían paralizar el norte del país cuando comenzó la guerra el 12 de julio del año pasado.
Casi un millón de israelíes que viven cerca de la frontera con Líbano «no fueron protegidos sustancialmente contra los ataques con misiles» disparados por las guerrillas, a pesar de que los responsables israelíes habían anticipado el riesgo de tales ataques, según el informe.
Faltaron refugios contra las bombas o estos fueron inadecuados y no se organizaron medidas de emergencia después de que Israel lanzara un ataque en respuesta a la captura por parte de Hizbolá de dos soldados en la frontera, agrega.
Las ciudades israelíes pobladas principalmente por árabes, donde también impactaron cohetes lanzados desde Líbano, no tenían refugios a su disposición, dice el informe.
«Los errores graves desafortunadamente provocaron un fracaso abyecto en el manejo de los civiles durante la guerra», añade.
Unos 1.200 libaneses y 157 israelíes, la mayoría de ellos soldados, murieron en los combates de 34 días que terminaron a mediados de agosto con una tregua acordada por las Naciones Unidas.
La oficina de Olmert respondió al contralor detallando los esfuerzos que hizo el Gobierno para mejorar la preparación de Israel en momentos de emergencia.
Olmert también acusó al contralor de lanzar «flechas venenosas» al hacerle personalmente responsable de errores por las cuales los anteriores gobiernos deberían haber sido acusados igualmente.
La popularidad de Olmert cayó debido a las críticas públicas de que la guerra no logró aplastar a Hizbolá ni pudo frenar sus ataques con cohetes.