«Si se nos fuerza a la celebración de elecciones por conducta irresponsable o por motivos de política interna, estaremos preparados, las ganaremos y el Likud seguirá dirigiendo el país», declaró Sharon, jefe del Likud (derecha nacionalista).
El Gobierno de unidad nacional de Sharon podría desintegrarse, ya que los laboristas, sus principales aliados, han decidido votar el miércoles contra el Presupuesto de 2003 en primera lectura en el Parlamento, a pesar de las advertencias de Sharon.
Los laboristas exigen esencialmente que los créditos destinados a las colonias judías en los territorios palestinos se reduzcan de 153 millones de euros. Sharon se niega a enmendar el presupuesto y amenaza con destituir a los ministros de su gabinete que voten en contra el miércoles.