Los mediadores de Oriente Próximo celebran el martes un encuentro que podría despejar el camino para el nombramiento de Tony Blair como su enviado especial para tratar de relanzar el proceso de paz después de que Hamás se hiciera con el control de la Franja de Gaza.
Diplomáticos cercanos a las potencias del llamado Cuarteto – Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU – dijeron que era previsible que Blair, que dimitirá el miércoles como primer ministro británico, fuera elegido pronto para este importante cargo como promotor de la pacificación.
Se prevé que los representes del Cuarteto, reunidos en el consulado estadounidense en Jerusalén, cierren los detalles sobre el papel que desempeñará el nuevo enviado mientras Washington presiona a Israel para que se comprometa a negociar los parámetros de un futuro estado palestino.
Washington ha confirmado que el Cuarteto estaba discutiendo el nombramiento de un enviado para ayudar al presidente palestino, Mahmud Abas, de Al Fatah, a crear las instituciones de un futuro estado y llevar a cabo reformas políticas y económicas.
El responsable de Hamás Sami Abu Zuhri dijo que «la experiencia de nuestra gente con Blair era mala», aunque no ofreció detalles. El nombramiento de Blair como enviado del Cuarteto «podría incluso empeorar las cosas», añadió.
Algunos diplomáticos europeos han cuestionado la capacidad de Blair para lograr un amplio respaldo palestino y de la opinión pública árabe por su destacado papel en la guerra de Irak y su estrecha relación con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Muchos árabes consideran que el Gobierno de Bush tiene prejuicios contra los palestinos.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, respalda que Blair asuma un mayor papel en la región cuando dimita como primer ministro, según asesores suyos