La joven de 14 años Rutka Laskier escondió su diario debajo del suelo de su casa antes de que su familia fuera deportada al campo de concentración de Auschwitz.
«Tengo la sensación de que estoy escribiendo por última vez. Hay una (redada) en la ciudad. No se me permite salir y me estoy volviendo loca, cautiva en mi propia casa», escribió Laskier el 20 de febrero de 1943 mientras vivía en un gueto judío en Bedzin, Polonia.
Más tarde, el diario fue encontrado por Stanislawa Sapinska, una residente de Bedzin, que vivió en la misma casa antes de la ocupación alemana y fue amiga de Laskier.
«Ella quería que el diario sobreviviera, aunque no lo lograra, para que el mundo viera cómo sufrieron los judíos», expresó Sapinska, de 82 años, en el monumento conmemorativo del Holocausto Yad Vashem, situado en Jerusalén.
Las dos adolescentes acordaron que Laskier escondería el diario debajo del suelo de la escalera de la casa y que Sapinska lo buscara después de la guerra.
Una portavoz de Yad Vashem explicó que se cree que Laskier fue asesinada inmediatamente después de llegar a Auschwitz, en agosto de 1943.
A lo largo del manuscrito de 60 páginas, redactado en polaco, Laskier escribe sobre el amor, la muerte y la vida rutinaria en el gueto.
Comienza un párrafo refiriéndose a la «tormenta» y el «infierno» que se anticipa a su propia muerte, pero lo termina con una queja adolescente sobre el muchacho del que está enamorada.
Yad Vashem ha recopilado cientos de diarios y poemas escritos por judíos durante el Holocausto, pero el manuscrito de Laskier destaca sobre otros, incluido el conocido diario de Anna Frank, por la historia de su descubrimiento, dijo Bella Gutterman, jefa de edición de Yad Vashem Publishing.
«El diario en sí mismo es maravilloso, sobre vida personal, amores y envidias en la sombra del Holocausto. Pero fue hallado por su amiga y podemos leerlo sólo 60 años después», indicó Gutterman.