Una treintena de agentes de la policía y soldados israelíes resultaron heridos en una segunda jornada de violentos choques con colonos judíos que trataron de resistir la evacuación forzada del asentamiento «ilegal» de Javat Guilad, en el distrito palestino de Nablus.
Diecinueve de los colonos extremistas también resultaron heridos en los disturbios, mientras que al menos una decena fueron detenidos por la policía por incendiar unos campos vecinos, quemar neumáticos y oponerse por la fuerza a la evacuación del enclave.
La violencia, que el sábado ya se había saldado con otros 22 heridos, estalló cuando el Ejército trató de evacuar los últimas casas prefabricadas y desmantelar un par de tiendas de campaña que quedaban en Javat Guilad, uno de los más de cien enclaves o mini-asentamientos que los colonos judíos han instalado en los últimos dos años en Cisjordania.
El Gobierno israelí considera que esos enclaves son ilegales porque no cuentan con el permiso de las autoridades, aunque para los palestinos y la comunidad internacional todos los asentamientos propiamente dichos -unos 180 en Cisjordania y Gaza- lo son, así como un obstáculo para la paz.
Los colonos, que aseguraban tener un acuerdo con el Ministerio de Defensa que contemplaba la presencia de un pequeño contingente militar en el lugar, sucumbieron a la fuerza empleada por los policías y soldados, que acabaron por llevarse lo que quedaba tras varias horas de enfrentamientos.
La radio israelí informó esta tarde de que los único que ha quedado en el lugar son dos contenedores que el Ejército ha partido en dos para impedir que los colonos puedan vivir en ellos, aunque distintas fuentes informan de que esta noche los colonos han regresado para reconstruir el enclave.
Javat Guilad es uno de los entre 20 y 30 embriones de asentamientos que el ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, ordenó evacuar la semana pasada, la mayoría de ellos deshabitados.
Fte El Mundo