«Le dije al primer ministro que pensaba que renunciar era lo correcto», señaló Livni después de una reunión privada con Olmert tras el informe de una comisión investigadora que criticó su gestión de la guerra en el Líbano del año pasado.
Olmert ha prometido quedarse.
«Hay otros diciendo lo que yo he estado diciendo. Creo que el primer ministro escucha las cosas que se dicen. No sé cuál será el resultado», afirmó Livni.
Agregó que se opondría a una elección parlamentaria anticipada en Israel, argumentando que el partido centrista Kadima debería continuar en el poder.
«Kadima necesita elegir su liderazgo de una manera democrática, en internas, y cuando llegue el momento planeo presentar mi candidatura», dijo Livni. «Ahora es tiempo de restaurar la confianza pública en el gobierno», agregó.
Los problemas de Olmert comenzaron el martes, con la renuncia de un ministro de su Gabinete miembro del Partido Laborista, su principal aliado en el Gobierno.
«Un líder sólo puede liderar a la gente si tiene, en primer lugar, legitimidad y su confianza», dijo el jefe del grupo parlamentario del Kadima, Avigdor Yitzhaki, a Radio Israel.
«El primer ministro debería actuar de forma responsable y renunciar para permitir que Kadima forme una nueva coalición», agregó.
El lunes, una comisión designada por el Gobierno para investigar la guerra del año pasado contra Hezbolá en Líbano publicó sus conclusiones y acusó al primer ministro de «graves» fallos en la toma de decisiones.
Olmert celebrará el miércoles una reunión especial con el Gabinete para intentar lograr que sus miembros adopten un plan para aplicar los cambios propuestos por la llamada comisión Winograd, que culpó a los líderes políticos y militares por los errores en la guerra.*.