«Hemos revocado su estatuto de ciudadano de honor, de manera unánime y con efecto inmediato», declaró el alcalde, Hartmut Polzin, a AFP tras una reunión del gabinete municipal.
Esta decisión era un gesto político antes de la cumbre del G-8 que se celebrará del 6 al 8 de junio en Heiligendamm, situado en el municipio de Bad Doberan, subrayó Polzin. Según la ley alemana, prosigue, el suicido de Adolf Hitler el 30 de abril de 1945 hizo caducar automáticamente su estatuto.
«Él está muerto, así que es una formalidad política», contó.
Bad Doberan, situado en la RDA comunista antes de la Reunificación, figura entre las casi 4.000 localidades que habían hecho a Adolf Hitler ciudadano de honor cuando éste mandaba sobre todo el país sin oposición.
El municipio del Báltico es uno de los pocos que aún no había revocado este estatuto honorífico después de 1945.
«En Alemania del Este, los dirigentes comunistas encontraban tan evidente su distanciamente con el régimen nazi, que no veían la necesidad de tomar estas medidas», según Ruediger Schulz, un responsable municipal de Aschersleben (este), que esperó hasta 2006 antes de quitar a Adolf Hitler de su lista de honor.
Las autoridades locales de Bad Doberan, en el norte de Alemania, acordaron anoche retirar de su libro de honor a Adolf Hitler. La población será la sede, entre los próximos 6 y 8 de junio, de la cumbre del grupo de países más industrializados del mundo, el G-8.
Adolf Hitler era desde 1932 el patrono de la población de Bad Doberan. Con la decisión tomada ayer el pueblo deja de tener oficialmente en su libro de honor al dictador, según comunicó el alcalde del pueblo Hartmiut Polzin. La polémica al respecto fue iniciada por parte de los grupos de oposición al G-8.
Tanto Polzin como abogados citados en los medios alemanes indicaron que el procedimiento seguido ayer ha sido una mera ‘formalidad’, ya que desde que Hitler se suicidó en 1945 dejó de disfrutar de tal privilegio en Bad Doberan. El patronazgo de una población finaliza con la muerte de su poseedor.
El honor concedido por Bad Doberan a Adolf Hitler fue otorgado por cientos de poblaciones de todo el país, la mayoría de las cuales procedió a su retirada al final de la Segunda Guerra Mundial.
Debido a que el pueblo en cuestión pasó automáticamente a formar parte de la República Democrática Alemana (RDA), donde se eliminó toda la simbología nazi, se creyó que no era necesario revocar oficialmente el honor al dictador.