Organizado y dirigido por jóvenes, durante su transcurso se escucharon las palabras de un familiar; de uno de los organizadores; del periodista Marcelo Zlotogwiazda, especialmente invitado; y el Rab. Daniel Goldman.
La señora Claudia Berenstein, en representación de los familiares de las víctimas, improviso un corto mensaje en el cual hizo especial referencia a que muchos de los jóvenes concurrentes que se habían reunido a reclamar justicia esa noche eran muy chicos y otros no habían nacido cuando el atentado se produjo, y por lo tanto les pidió que se informen, se comprometan y participen de los actos, pues si no lo hacen se corre el riesgo no sólo de que vuelvan a repetirse sino también que «aparezca un bromista que les diga que no ocurrió, que es un invento de los judíos o que es un autoatentado, como muchas veces quisieron establecer, y así le cambiaran la historia, nuestra historia, la historia de ustedes y las víctimas pasaran a ser victimarios».
Herman Aizemberg, del Grupo Otra Mirada, fue el encargado de hablar en nombre de los jóvenes, quien, entre otros conceptos, manifestó «Nosotros somos un grupo de jóvenes universitarios judíos de Buenos Aires unidos por valores humanistas y pacifistas. Nos convocamos a este acto, reconociendo el esfuerzo en la búsqueda de justicia que en los últimos tiempos se efectuó, pero – al mismo tiempo – exigiendo un esclarecimiento en lo que respecta a la conexión local y su posterior encubrimiento por parte de actores del Estado, como así a los autores materiales e intelectuales foráneos. Repudiamos el silencio, la negligencia y la ineptitud de quienes habiendo tenido que tomar riendas en el asunto no asumieron la responsabilidad que ameritaba. Nos solidarizamos, por sobre todas las cosas, con los familiares, las víctimas y los sobrevivientes que en la más absoluta soledad, siguen buscando justicia y reclamando por los derechos de sus seres queridos».
Marcelo Zlotogwiazda, un periodista no integrado a la comunidad, contó que el estaba en Estados Unidos cuando se produjo el atentado contra la Embajada de Israel, más precisamente en una oficina del FMI. A la vez que analizó lo ocurrido a partir del inicio de la investigación desde la perspectiva peculiar, pues luego de afirmar que el atentado a la Embajada como a la AMIA fueron dos grandes tragedias, planteó que no fueron aisladas y que se los debe incluir entre hechos negativos que se produjeron en la década del noventa del siglo pasado, para luego afirmar que algo ha cambiado, que ya la Corte Suprema, que es la que investiga el atentado, es otra Corte.
El Rab. Daniel Goldman, un hombre plenamente identificado con la lucha por los Derechos Humanos, afirmó que hablar en este acto era un compromiso muy grande pues es hablarles a los hijos. Sus conceptos los desarrollo en base a una antigua canción judía que le cantaban sus padres, que dice «a donde voy a ir, alguien me pude responder», pues de alguna manera identifica el derrotero del pueblo judío a lo largo de su historia.
Luego de los discursos se proyecto un corto metraje realizado por el Grupo Otra Mirada que recogía opiniones de familiares, sobrevivientes y los periodistas Jorge Lanata y Raúl Kollmann. A continuación el Agregado Cultural de la Embajada de Israel, Lior Haiat, felicito a los organizadores resaltando que tuvieron que vencer muchos obstáculos para poder realizar el acto, el que finalizo con una interpretación de Sandra Mianovich.
EACh.
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