Según esas fuentes, las principales carteras ministeriales quedarán a cargo de políticos o tecnócratas independientes.
Al frente de Asuntos del Interior, del que dependen los organismos de seguridad de la ANP, estará Hani al Kawasmi.
El responsable de Asuntos Exteriores será Ziad abú Amar, y de Finanzas, Salam Fayad, ex ministro de la ANP y ex funcionario del Banco Mundial.
Haniye
El nuevo Gobierno palestino de unidad no reconocerá expresamente al Estado israelí pero -según lo que trascendió de u plataforma a la prensa- respetará los acuerdos que firmó con él la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), como los de Oslo, que presidida por Yaser Arafat suscribió en 1993.
Uno de esos dos acuerdos, que Arafat refrendó con el entonces primer ministro israelí Isaac Rabin en Washington, fue el reconocimiento mutuo, a fin de entablar después negociaciones para la paz.
En medios del Gobierno israelí se afirmaba hoy que el primer ministro Ehud Olmert no reconocerá al nuevo ejecutivo palestino pues, a su criterio, no responde a las exigencias del Cuarteto de Madrid, es decir, que el movimiento islamista Hamás reconozca la legitimidad del Estado hebreo, cumpla los acuerdos firmados por la OLP, a la que no está afiliado, y deponga las armas.
Las futuras negociaciones con Israel quedarán a cargo del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, el sucesor de Arafat al frente de la OLP, y del movimiento nacionalista Al Fatah, que pasó ahora de la oposición al Gobierno con Hamás.
Todo acuerdo de Abás con Israel tendrá que ser aprobado por el Consejo Legislativo, en el que tienen mayoría los islamistas, o bien serán sometidos a una consulta popular o referendo.
El primer ministro Haniye presentará el próximo sábado su nuevo Gobierno al Consejo Legislativo y le pedirá su voto de confianza para comenzar sus actividades.
También dice la plataforma de la nueva coalición, concertada tras los acuerdos de La Meca de febrero pasado, y a un año de la asunción del Gobierno por Haniye y Hamas, que la auténtica paz con Israel se alcanzará cuando este país ponga fin a la construcción de la ‘valla de seguridad’ en Cisjordania ocupada, desmantele los asentamientos judíos y excarcele a alrededor de 10.000 prisioneros palestinos.
Entretanto, el nuevo Gobierno de la ANP, que seguirá encabezado por el primer ministro Haniye, procurará mantener la tregua y extenderla de la franja autónoma de Gaza a Cisjordania, toda vez que sea observada también por el Ejército israelí.
La resistencia a la ocupación es un derecho legítimo del pueblo palestino, se afirma en la plataforma.
Tras el anuncio del fin de las negociaciones, que Haniye hizo anoche, en otra de sus habituales redadas, el Ejército israelí detuvo a 24 activistas palestinos en Cisjordania.
El nuevo gobierno también se compromete a ‘alentar’ a las facciones que secuestraron en junio del año pasado al soldado israelí Guilad Shalit, cautivo en Gaza, para canjearlo por prisioneros palestinos cárceles en Israel.
Veinte de sus 132 legisladores, todos de Hamás, no participarán en la votación por hallarse presos en Israel, cuyo Ejército los arrestó tras la captura del soldado Shalit.
En medios políticos de Gaza y Cisjordania existe la impresión de que la constitución del nuevo ejecutivo pondrá fin a los enfrentamientos entre los islamistas y los nacionalistas del histórico Al Fatah, que se cobraron la vida de más de 130 palestinos y quedaron al borde de una guerra civil antes del acuerdo de La Meca.
En esos medios también existe la esperanza de que la comunidad internacional levante su embargo.
El embargo, del que participa Israel, agente de retención de impuestos de la ANP, fue impuesto hace un año al gobierno saliente de Hamás por no aceptar las exigencias del Cuarteto ni su propuesta para la paz, conocida como ‘Hoja de ruta’, que podría ser sustituida por una iniciativa saudí del año 2002 como base de negociaciones.