El dueño de la parcela donde se encuentra el árbol, a pesar de tener ya el permiso, no podrá cortarlo durante las próximas seis semanas, periodo de presentación de alegaciones de los ciudadanos, explica el ayuntamiento. Aunque también insiste en que se trata de un árbol de 27 toneladas que, profundamente enfermo, se puede derrumbar en cualquier momento. Las protestas de grupos ecologistas y del Museo de Ana Frank han conseguido que un esqueje del viejo árbol sea replantado en el mismo lugar, informa la BBC.
El Concejo de la ciudad de Ámsterdam dijo que el árbol enfermo, ubicado detrás del edificio en donde la familia judía Frank se refugió, había sido atacado por un hongo.
Sin embargo después de que grupos ambientalistas protestaran ante el museo de Ana Frank, se replanteó la idea de cortar el árbol.
El castaño, que tiene al menos unos 150 años de edad, está clasificado como monumento.
Nueva vida
El árbol de 27 toneladas fue atacado por un hongo que lo vuelve peligroso si llega a caer, por lo cual el Concejo de la ciudad ordenó su tala.
El hongo pudre la madera y ha generado preocupaciones por la salud pública.
Pero después de una campaña de cabildeo para salvar el árbol de Ana Frank, se tomaron injertos y pronto habrá un árbol joven que reemplace al original que la niña veía en el patio desde su escondite en el ático.
El nuevo árbol será la gran atracción del museo de Ana Frank en donde se conserva el pequeño apartamento de la familia.
El Pais/BBC