Se trata de una medida habitual que el Ejército israelí tomó durante las fiestas judías en los últimos años de enfrentamientos para evitar posibles ataques.
‘El Ejército considera que los períodos de fiestas son muy delicados. Por ello, incrementará la alerta para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, mientras preserva, en la medida de lo posible, la rutina en la vida de la población palestina’, dice un comunicado distribuido a los medios de prensa.
El domingo y lunes los judíos de todo el mundo celebrarán la fiesta de Purim, en la que conmemoran la anulación de un decreto que ordenaba dar muerte a todos los judíos en el Imperio Persa, hace unos 2.500 años.
Durante los cuatro días que dura la medida, los palestinos no podrán entrar en territorio israelí, con la única excepción de casos humanitarios.
La medida tampoco afecta en principio a los pasos comerciales con la franja de Gaza o al paso de mercancías hacia Cisjordania.
La fiesta de Purim ha sido una de las más sangrientas del calendario del conflicto árabe-israelí desde hace unos años.
En sus proximidades se han producido graves atentados, uno de ellos, en una céntrica calle de Tel Aviv hace diez años y otro en 2001 en la ciudad de Natania.
Asimismo, es, según el calendario hebreo, el aniversario de la masacre de la Cueva de los Patriarcas, en Hebrón, donde un colono judío asesinó a 29 feligreses musulmanes en la víspera de esta fiesta judía, en 1994.