Según el diplomático, que ofreció hoy una conferencia en el Foro Nueva Economía, «no está escrito en los libros» que Israel e Irán estén condenados a enfrentarse.
Explicó que la amenaza iraní al mundo árabe sunita, más que a Israel, es la razón principal «por la cual estamos viendo una histeria colectiva en los regímenes árabes» que les conduce a hacer, por primera vez, esfuerzos para llegar a una paz unificada.
Esta unidad dirigida a llegar a un acuerdo con Israel, que no se había visto en el mundo árabe «nunca jamás», se debe, según Ben-Ami, a «la amenaza de Irán y la amenaza del fundamentalismo islámico».
Ben-Ami se refirió al proceso de paz en Oriente Medio para subrayar que, según él, su principal obstáculo es el sistema político «disfuncional» que se nutre de gobiernos que «se disuelven» cuando tienen que tomar «decisiones históricas» por ser gobiernos de coalición y por la fragmentación de la sociedad.
En opinión de Ben-Ami, que fue embajador israelí en España, la propuesta de paz árabe-israelí es «un fenómeno extraordinario que no ha existido en el pasado», y afirmó: «Se podrán cuestionar detalles, pero no el principio de que hay una histeria colectiva entre los regímenes árabes» que les hace intentar resolver el conflicto.
Además se pronunció sobre la política nuclear de Israel, de la que expuso la versión oficial de este país de «aspirar a un Medio Oriente libre de armas de destrucción masiva y de armas nucleares».
A pesar de ello, dijo, si hay algún líder que, «bromeando o no», diga que hay que destruir al Estado de Israel, éste «tendrá siempre el derecho de mantener una política de ambigüedad nuclear».
También se refirió el ex ministro a los conflictos actuales en el mundo árabe, que son «guerras de religión» y «asimétricas», porque «las guerras gloriosas del pasado ya no existen».
«Hoy la guerra como evento decisivo en un conflicto internacional ya no existe, hoy las guerras son asimétricas» y precisamente por esa cualidad, explicó Ben-Ami, «no se ganan», ya que, aunque se declare la victoria, «siempre hay guerra después de la guerra», dijo refiriéndose a ejemplos como los conflictos de Vietnam o Irak.
Para él, «las guerras de hoy se ganan sólo a través de la población civil, alianzas regionales, diplomacia y compromiso», y ninguno de los problemas del mundo árabe-musulmán tiene una solución militar.