Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), pospuso anoche sin fecha el mensaje que tenía previsto dirigir hoy al pueblo a través de la televisión palestina para explicar los acuerdos de hace una semana en ciudad saudí de La Meca y no existe seguridad de que viaje a Gaza, como estaba previsto.
La prensa palestina se limita esta mañana a informar del aplazamiento del mensaje del presidente, y la agencia de noticias Maan se refiere a la inquietud también en el seno de otras facciones, como el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) a propósito de la distribución de las carteras ministeriales.
Según el portavoz de Abás, Nabil abú Rudeine, la decisión de Abás se debe a ‘diferencias’ con Hamás en la interpretación de los acuerdos de La Meca.
En la ciudad de Gaza, después de su alocución llamando a la concordia entre todas la facciones del pueblo palestino, debía encomendar oficialmente a Haniye la formación de un gobierno de unidad nacional, uno de los principales objetivos de ese Pacto.
Antes de conocerse anoche la decisión de Abás, el portavoz del Gobierno de Haniye, Ghazi Hamad, había pronosticado que ‘dentro de 10 días’ habrá un gobierno de unidad nacional.
Fuentes políticas palestinas identificadas con Al Fatah explicaron la decisión del presidente Abás diciendo que, en contra de lo acordado en La Meca, los islamistas de Hamás han puesto nuevas condiciones antes de que Haniye disuelva su actual gobierno y asuma sus mismas funciones pero al frente de la coalición nacional.
Por tal motivo, fuentes cercanas al primer ministro dijeron que Haniye no disolverá de momento el Gobierno que preside, lo que se esperaba que hiciese si Abás le encomendaba hoy formar el nuevo.
Hamás exige que el gobierno de unidad con Al Fatah y otras facciones reconozca la legitimidad de su milicia, conocida como ‘fuerza auxiliar’ o ‘ejecutiva’, con 6.000 efectivos, considerada ‘ilegal’ por Abás.
Asimismo, exige que el próximo gobierno reconozca todas las decisiones aprobadas hasta la fecha por el de Hamás, que se hizo cargo de sus funciones en marzo del año pasado y fue recibido con un ruinoso boicot internacional, económico y político.
Los islamistas, según esa fuente palestina, también exigen que el ministro del Interior en el gobierno de unidad sea uno de dos candidatos de su movimiento entre los que tendrá que escoger el presidente Abás, pero los acuerdos de La Meca estipulan que el encargado de ese ministerio clave, que supervisa a los organismos de seguridad de la ANP, debe ser un independiente.
‘Estamos totalmente comprometidos por los acuerdos de La Meca y no aceptaremos cambios o que se impongan nuevas condiciones; todas las partes deben atenerse a lo pactado’, afirmó anoche el portavoz de Abás al anunciar que el presidente palestino dejó sin efecto el mensaje que iba a dirigir hoy al pueblo.
Hamas también se opone a que el viceprimer ministro del nuevo gobierno, que será de Al Fatah, sea el coronel Mohamed Dahlán, ‘hombre fuerte’ de los nacionalistas en la franja autónoma de Gaza, y asesor del presidente Abás para asuntos de seguridad.
Durante los sangrientos enfrentamientos de semanas atrás entre fuerzas leales a Abás y de Al Fatah con milicianos de Hamás, Dahlán, visto por los islamistas como su enemigo jurado, fue objeto de algunos frustrados atentados contra su vida en la franja de Gaza.
El portavoz de Al Fatah en Gaza, Maher Mekdad, informó el martes pasado de que Abás quería que Dahlán sea el segundo de Haniye en el gobierno de unidad, pero también se mencionaba al jefe del bloque parlamentario de ese histórico movimiento, Ahmed al Azam.
También se supone que existen divergencias en torno de la plataforma política que regirá a la coalición de gobierno, un factor de primer orden para conseguir que la comunidad internacional levante el boicot impuesto al Gobierno islamista de Haniye.