Un proyecto destinado a trazar un ‘paseo por los techos’ que a lo largo de 200 metros por encima del zoco palestino unirá el barrio musulmán y el judío de Jerusalén, y las obras para renovar el acceso a la Explanada de las Mezquitas puede convertirse en nuevos motivos de roce.
El ‘paseo por los techos’ -consistente en instalar una especie de miradores en la parte superior de las casas para contemplar la ciudad, una iniciativa de la Compañía para el Desarrollo del Barrio Judío- ‘tiene ya veinte años y desde siempre nos hemos opuesto’, dijo hoy a Efe el director del Comité Superior Islámico (Wakf), Adnán al Huiseini, a cargo de los santuarios musulmanes.
El Barrio Judío y el Muro de las Lamentaciones, único vestigio de las instalaciones de los antiguos templos de Salomón y Herodes, son visitados por un millón y medio de peregrinos y turistas al año, pero sólo un tercio de ellos llega a los barrios musulmán, cristiano y armenio rodeados por las murallas de la ciudad.
‘Lo que Israel quiere es expropiarnos la planta más alta de nuestros edificios (en el barrio musulmán) y asfixiarnos desde arriba pues por abajo les es difícil’, dijo el director del Wakf.
‘Nosotros no tenemos poder para impedirlo pero pedimos a la comunidad internacional que lo haga’, añadió Al Huseini.
‘Se lo pedimos también a Jordania, de la que depende el Wakf, pero Israel siempre hace promesas que después no cumple’, añadió.
El primer ministro israelí Isaac Rabin reconoció derechos ‘históricos al vecino Reino de Jordania en los santuarios islámicos de Jerusalén, bajo indignadas protestas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) al suscribir ambos países el tratado de paz de 1994.
El director de la Compañía para el Desarrollo del Barrio Judío, Nisim Arazi, opinó que el proyectado paseo ‘será un sitio estratégico para el turismo, un museo al aire libre’, al que visitantes y peregrinos de todas las religiones accederán sin pagar entrada y ‘también para acercar los corazones entre todos’.
La nueva obra, que cuenta con el visto-bueno del Gobierno, según el diario Haaretz, se sumará a otro paseo sobre las murallas, que permite contemplar el Monte de los Olivos, Jerusalén oriental, donde se concentra el grueso de los 230.000 vecinos palestinos de la ciudad, y el desierto bíblico de Judea hasta las estribaciones del Mar Muerto, 34 kilómetros al sureste de la ‘Ciudad Santa’.
Israel comenzó hoy, bajo estrictas medidas de seguridad, las obras para renovar uno de los accesos a la Explanada de las Mezquitas, trabajos que los líderes islámicos palestinos consideran una amenaza a la mezquita de Al Aksa.
Las obras realizan en la parte que conecta la Explanada, a la altura de la mezquita de Al Aksa, con el extremo sur del Muro de las Lamentaciones, en el lugar conocido como ‘Puerta de los Magrebíes’.