¿CÓMO ES EL ANTISEMITISMO DEL S XXI?
La última muestra la hemos visto aquí al lado, en la localidad de Ciempozuelos muy cerca de Madrid, pero no podemos decir que sea un problema que se circunscribe a España, sino que se da en toda Europa y casi todo el mundo, Edwin Yabo nos habla de su naturaleza actual:
Se trata de un fenómeno muy difícil de erradicar y que sería muy interesante estudiar desde el punto de vista sociológico. Se trata de un movimiento de odio, porque no se puede hablar de ideología, que ha sido permanente en la historia pero ha cambiado en sus formas y hoy en día se disfraza de antisionismo, de odio al estado de Israel cuya existencia ilegitima y, de alguna forma le trata como se trataba antes al judío en la sociedad. Además, es un mensaje muy sencillo y que no se necesita ni argumentarlo para que llegue a las masas y sea efectivo.
Gustavo de Arístegui nos llama la atención sobre la importancia y el significado de fenómenos como el de Ciempozuelos:
Lo ocurrido allí no es una anécdota, es el síntoma de una grave enfermedad que muestra unos furúnculos purulentos, y perdonar por la imagen, pero aunque no veamos continuamente esos abscesos eso no quiere decir que la enfermedad no esté ahí. Yo suscribo lo que ha dicho Edwin pero creo que es necesario señalar que el antisemitismo, aunque se disfrace de antisionismo, esconde juedofobia. Además, se da la contradicción de que quienes se declaran antisionistas, es decir, contrarios a las bases sobre las que se ha creado el estado de Israel, se manifiestan a favor de una solución que incluya dos estados. Y esto se enlaza de forma muy especial con el negacionismo, porque como la principal razón de la existencia de Israel es el Holocausto y si lo niegas estás negando el derecho a la existencia de Israel como estado y por eso los islamistas radicales
Otro punto importante que hay que señalar es que desde la desaparición del bloque soviético hay una profunda nostalgia en determinados sectores ideológicos de la izquierda radical y antisistema. Además se está produciendo en determinados lugares una fusión entre elementos de la extrema derecha y la extrema izquierda, como el populismo de América Latina y que están significando que elementos clásicos de la extrema derecha son adoptados de forma muy vigorosa por estos movimientos que se dicen de izquierdas, y uno de estos elementos es la judeofobia. Y, por último en esta amalgama están también metidos los elementos del islamismo radical, que se dan la mano con la izquierda en una alianza contra natura porque comparten su larga lista de antis: antioccidental, antiimperialista, anticapitalista, antimercado y, por supuesto, antisemita.
Debemos mantenernos muy alerta ante estos movimientos.
Una de las formas de mantener esa vigilancia es sin duda enfrentarse a ese negacionismo sobre el Holocausto pero, ¿creen nuestros contertulios que es necesaria una ley que prohíba el negacionismo? Sí, según Gustavo de Arístegui:
Yo creo que sí, ya en la sexta legislatura y a propuesta del Partido Popular se hizo del odio racial, religioso y del antisemitismo un delito tipificado y creo que no sería un disparate plantear una legislación similar con el negacionismo. Nuestro ministro de Asuntos Exteriores está muy preocupado por la islamofobia que creo bastante injustificado porque hasta los que nos oponemos frontalmente al islamismo radical lo diferenciamos claramente del Islam moderado, que es la aplastante mayoría. Y sin embargo no se preocupa del negacionismo, que no es una cuestión gratuita sino algo de gran importancia ya que muchos negacionistas lo que ocultan es su complacencia y su aprobación de esa monstruosidad que fue el Holocausto.
Edwin Yabo introduce en el análisis algunos elementos muy interesantes:
Los negacionistas no miran tanto al pasado como al presente y el futuro, por los pasos a seguir a partir del momento en que todos estemos «de acuerdo» en que el Holocausto no existió y tras ese primer paso, que se pudiesen emprender actividades concretas en contra Israel. Su interés, por tanto no es conocer la historia o la verdad, sino más bien encubrirla. Nosotros creemos que una ley en ese sentido es muy importante en Europa porque una de las cosas más sorprendentes del Holocausto es que lo perpetró una sociedad avanzada, culta, cientificista…
Otro aspecto importante es como este negacionismo va siempre ligado a la mención del «genocidio palestino», los que defienden que no existió el Holocausto se pasan el día hablando de genocidio palestino, que como es tan obvio que no existe resulta una forma de restar importancia al que sí existió.
¿EL PELIGRO CHIÍ?
En este momento se incorpora al debate el subdirector de Periodista Digital, Pedro Arnuero, y pone encima de la mesa una cuestión sumamente interesante: el peligro que un Irán con armas atómicas puede suponer para la región, Europa y todo el mundo. Gustavo De Arístegui hace un pormenorizado análisis que se inicia llamando nuestra atención sobre la realidad iraní:
Creo que lo primero que hay que señalar es que la mayor parte de los iraníes está radicalmente en contra de su régimen, hay estudios que cifran hasta en un 70 % el porcentaje de población que es pro-occidental. Además, dentro del propio sistema están empezando a surgir críticas y quiebras fruto de la política que está haciendo Ahmadineyad y eso nunca ocurrió a la vista del público.
No obstante, la política de Irán sí que es vista como un peligro serio por el político popular:
Irán es un país que siempre ha intentado ganar terreno para su forma de chiismo imanita, en primer lugar entrando en aquellos países en los que el chiísmo es mayoritario: ya lo ha logrado en el Líbano, es fuerza determinante en Iraq y acaba de ganar las elecciones en Bahrein, así que en los tres únicos países en los que el chiísmo es mayoría tiene una posición aventajada. Ahora además quieren exportar el modelo de Hezbollah, que hemos de recordar que no es una forma política creada para gobernar desde la mayoría, sino como una fórmula de desestabilización desde la minoría. Y esa idea se va a exportar a Arabia Saudí, a Kuwait, a Omán, a los Emiratos Árabes, a Yemen… Y estamos hablando sólo del mundo árabe, porque también hay países no árabes en los que hay minorías chiitas como Pakistán o Afganistán. Por eso, en los regimenes árabes y en sus élites educadas hay verdadera preocupación por el expansionismo iraní, que es un país que ni es árabe ni es suní.
La intervención de Irán en su vecino Iraq tras la invasión estadounidense es sin duda uno de los grandes problemas:
Desde el 2001 se están enviando agentes de inteligencia iraníes a Iraq e incluso hay que señalar que Abu Musab al-Zarqawi estuvo durante meses en prisiones iraníes y lo dejaron marchar hacia Iraq. Hay un problema de competencia, desde el punto de vista teológico el ayatollah Alí al-Sistani de Iraq tiene más autoridad religiosa que el propio Jamenei y sólo comparable a la de Montaseri, que es un apestado del régimen iraní que lleva varios años viviendo en arresto domiciliario. Yo temo por la vida de al-Sistani porque es un competidor más moderado y con mayor autoridad religiosa de los iraníes.
Pero lo peor de todo puede ser añadir a este peligroso coctail las armas nucleares:
Y el gran problema es que todo se esto se agrava terriblemente por el empeño de Irán en hacerse con armas nucleares, porque cuando lo consiga se va a dar una carrera armamentística en la región que puede desembocar en una catástrofe sin precedentes. Arabia Saudí comprará armas, Siria y Egipto las fabricarán y el propio Iraq si se mantiene unido las fabricará. Y cuidado: la doctrina de destrucción mutua asegurada no funciona a nivel regional ya que si uno piensa que es un poco más potente que su enemigo cree que el primer golpe es una opción viable. Como ejemplo de lo que esto podría significar citaré un documento de la India sobre una hipotética guerra nuclear con Pakistán en la que se calificaba de «aceptable» la cifra de 30 millones de muertos.
¿Y qué papel puede jugar Israel en este aterrador teatro? Edwin Yabo nos lo explica:
Nosotros estamos intentando ser el «despertador» de Europa, porque es un problema de todos aunque Israel lo sufra en primer lugar al ser enemigo declarado de los iraníes. Incluso sin que entrasen en el juego las armas atómicas el tema sería verdaderamente preocupante y las posibilidades de que se utilicen subderivados de las armas atómicas son también escalofriantes.
Yabo se muestra seguro de que una «guerra fría» de occidente frente a regímenes islamistas puede ser mucho más terrible y más difícil de lo que fue la que se libró contra los regímenes soviéticos, pero surge en ese momento la pregunta: ¿Y será «fría»? El israelí nos responde afirmativamente:
Si, va a ser al estilo porque aunque Irán obtenga esas armas nucleares, que espero que no, siempre actuará por medio de otras organizaciones, como Hezbollah en el Líbano. Y he de advertir que el programa armamentístico iraní incluye misiles, que ya posee, que llegan al sur de Europa, pero también otros que llegarían al corazón del continente.
¿GUERRA CIVIL EN PALESTINA?
Los partidarios de Al Fatah y de Hamas andan a tiros por las calles de los territorios palestinos y parece muy difícil que ambas facciones lleguen a un entendimiento a corto plazo, ¿podemos hablar ya de una guerra civil en Palestina? Nos responde Edwin Yabo:
Este es un enfrentamiento que en Israel ya se temía desde las elecciones que ganó Hamas, es una tragedia para el pueblo palestino pero el camino que se está trazando es muy sombrío y el riesgo de «somalización» de la Autoridad Nacional Palestina es bastante evidente. Una desintegración total de las pocas instituciones palestinas significaría la postergación de cualquier posibilidad de llegar a un acuerdo entre palestinos e israelíes. No sé si se puede hablar de guerra civil porque los enfrentamientos se circunscriben a unas pocas localidades, pero es muy preocupante porque ya hay muchos muertos muy no pocos secuestrados.
¿Y qué pueden hacer España y la Unión Europea con esta situación? Gustavo de Arístegui nos contesta a la inversa:
Lo que no tiene que hacer España es presentar planes de paz elaborados sin consultar a ninguna de las partes en conflicto ni a los socios del cuarteto y enfadando a 24 de los 27 socios de la Unión porque no ha contado con ellos para nada. Ese plan del gobierno Zapatero fue un perfecto disparate y en la primera página de cualquier manual de diplomacia podría aparecer como lo que no hay que hacer. A la vista de esto uno se pregunta a qué estamos jugando, porque nosotros no somos ni Rusia ni Estados Unidos, sólo somos una parte de una parte y el señor Moratinos ha actuado con delirios de grandeza y con no poca imprudencia.
Y si el plan hubiese sido algo genial que hubiera arrojado luz allí donde todos los demás solo vieran sombras se habría podido perdonar los demás, pero es que encima el famoso plan no es más que una perfecta sandez, con perdón.
Con estas contundentes declaraciones de Gustavo de Arístegui concluyó un interesantísimo debate en el que todos hemos aprendido un poco más de la situación, siempre tan compleja, de una de las partes más inestables y apasionantes políticamente de todo el mundo. Por supuesto y como siempre gracias a nuestros contertulios por acercarse a nuestra mesa y ofrecernos su profundo conocimiento sobre las cuestiones tratadas.
periodistadigita