Polonia, el mayor miembro poscomunista de la Unión Europea, es el único país del este europeo, además de Bielorrusia, que no ha decretado un programa para la restitución de la propiedad confiscada tras la Segunda Guerra
Mundial.
Los intentos por solucionar la cuestión tras el colapso del comunismo en 1989 han fracasado, principalmente por el argumento de que sería muy costoso para el presupuesto del Estado.
Representantes de grupos judíos se reunirán en la capital polaca el 27 de febrero, y esperan convencer a las autoridades de que agilicen la promulgación de una ley que permita la restitución de las propiedades perdidas.
«Iré a Polonia para reunirme con las autoridades polacas y presentar nuestro punto de vista», dijo Israel Singer, del Congreso Mundial Judío, citado por el diario polaco Rzeczpospolita.
Polonia tenía la mayor comunidad judía de Europa hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis asesinaron a cerca del 90 por ciento de los 3,3 millones de judíos del país. Los gobernantes comunistas de la posguerra se quedaron con sus propiedades, así como las de las personas que se fueron o huyeron del país.