La Presidencia palestina, en manos de los nacionalistas de Al Fatah, y el Gobierno del Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás, han coincidido en lamentar la decisión del Cuarteto de Madrid de mantener el boicot al Ejecutivo islamista.
Un comunicado emitido hoy por la Oficina del Presidente, Mahmud Abás, recalca que «los palestinos esperaban el fin del boicot» que ha causado una grave crisis económica en los territorios.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores acusa al Cuarteto para Oriente Medio de haberse plegado a las exigencias de Estados Unidos y de «castigar al pueblo palestino» por haber elegido a Hamás en comicios libres.
«Esa posición no contribuye a traer seguridad, estabilidad y calma a la región -dice el comunicado-, sino a aumentar el sufrimiento del pueblo palestino».
En una carta dirigida al Cuarteto antes de la reunión que éste mantuvo ayer en Washington, el ministro palestino de Asuntos Exteriores, Mahmud Al Zahar, apelaba a establecer un «diálogo constructivo que ayude a acabar con las tensiones en la región e incite a los partidos a lograr una estabilidad que lleve al reconocimiento de los derechos legítimos de los palestinos».
Hamás se niega aún a cumplir con las condiciones impuestas por el Cuarteto de Madrid para reanudar las ayudas directas al Gobierno palestino, que son reconocer a Israel, aceptar los acuerdos ya pactados con el Estado judío y renunciar a la violencia.
Insiste que no puede haber reconocimiento de Israel sin que se reconozcan primero los derechos de los palestinos, inclusive el derecho al retorno de los refugiados y a que Jerusalén sea la capital de un Estado palestino soberano.
El Cuarteto para Oriente Medio (ONU, EEUU, UE y Rusia) se reunió ayer para estudiar la manera de relanzar el proceso de paz entre palestinos e israelíes, pero también para evaluar hasta que punto convenía seguir insistiendo en el cumplimiento de las condiciones antes de levantar el boicot.
No se tomó decisión al respecto, pero las declaraciones tras la reunión pusieron de manifiesto diferencias sobre este asunto y sobre el papel que puede jugar Hamás en el proceso de paz.
Según el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, los problemas no se resuelven nunca «a través del boicot y el aislamiento» y sería necesario «trabajar con Hamás para tratar de influir en su posición».
La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, replicó que es evidente que «para tener un socio por la paz, hay que aceptar la existencia de la otra parte».
La suspensión de ayudas directas al Gobierno palestino por parte de EEUU, de la Unión Europea y de otros donantes importantes está afectando mucho a le economía palestina pues los 165.000 funcionarios de la ANP llevan desde marzo (cuando asumió el poder Hamás) sin cobrar regularmente.
La cuarta parte de la población palestina depende de forma directa o indirecta de los sueldos de los funcionarios, y los mecanismos alternativos establecidos por la comunidad internacional, y por los que la UE, por ejemplo, ha canalizado más ayudas que en años anteriores, no han compensado el efecto del boicot.
No obstante las quejas sobre el boicot, el jefe negociador palestino y consejero de Abás, Saeb Erekat, ha advertido que el conflicto entre las facciones palestinas «ha llevado a que el Cuarteto se cuestione la capacidad del pueblo palestino de auto-gobernarse».