Olmert es el último de los testigos que se presentará ante los miembros de la comisión, y se espera que declare ante ellos que Israel ganó aquella guerra, informó la radio pública israelí.
Además, agregó la emisora, criticará las gestiones en la zona fronteriza de sus predecesores, el laborista Ehud Barak -que llevó a cabo la evacuación de ese país en mayo de 2000- y el nacionalista Ariel Sharón.
Por motivos de seguridad alrededor del jefe del gobierno israelí y debido a que la investigación se lleva a cabo puerta cerrada, la prensa no podrá estar presente en la sala durante su testimonio.
Hasta ahora, más de setenta testigos han prestado declaración ante la llamada Comisión Winograd, que investiga el grado de preparación de las fuerzas armadas israelíes en la frontera con Líbano, el proceso de decisión político que condujo a la guerra, y la gestión de la contienda por el Ejército y el Gobierno.
Por ella han pasado ex primeros ministros, políticos, militares de distintos rangos y otros involucrados en la seguridad en esa zona fronteriza.
Entre el 12 de julio y el 14 de agosto de 2006 Israel libró una guerra con la guerrilla Hizbulá que dejó más de un millar de muertos libaneses y 150 israelíes, además de miles de heridos a ambos lados de la frontera.
La contienda supuso un duro golpe para el prestigio del Ejército y del Gobierno israelí, que no alcanzaron los objetivos que se habían planteado -eliminar a Hizbulá como fuerza armada-, ni supieron dar una respuesta efectiva para proteger a más de 700.000 civiles que quedaron expuestos a los cohetes disparados por la milicia libanesa.
Un informe difundido anoche por el Canal 2 de la televisión israelí asegura que el 40 por ciento de los más de cien soldados que murieron en territorio libanés, durante los 34 días de guerra, fueron víctima del fuego de sus propios compañeros.
Los investigadores contrastarán hoy con Olmert la información recopilada hasta ahora y le pedirán una valoración personal de lo ocurrido.
Analistas políticos aseguran que Olmert se ha preparado para el testimonio de hoy de forma exhaustiva, ya que su futuro político depende en gran medida de las conclusiones de la comisión.
La comisión fue designada por el propio gobierno al concluir la guerra y aunque, en principio, sus conclusiones no tienen un impacto judicial inmediato, sus resultados y recomendaciones pueden llegar a costar el cargo al primer ministro.