El primer ministro israelí, Ehud Olmert, se abstuvo de mencionar el asunto en la citada reunión, pero el viceprimer ministro, Simon Peres, que ya ayer recordó las atrocidades de Sadam Husein, insistió hoy en que ‘existía una obligación histórica de acabar con su dictadura’ y en que el derrocado presidente iraquí fue el artífice de su propia suerte.
‘Era un dictador responsable de tres guerras, del asesinato de cientos de miles de personas y de la muerte de millones’, dijo Peres.
Añadió que el fin de Sadam Husein era previsible ‘como el de Hitler’, pues el ex presidente de Irak constituía ‘una amenaza para Oriente Medio y para el mundo’.
El ministro de Industria, Comercio y Trabajo, Eli Yishai, abundó en este sentido y señaló que se podía esperar lo que le ocurrió.
Yishai elogió ‘la lucha de Estados Unidos en Irak’ y afirmó que: ‘nuestro aliado está tratando de lograr que haya orden en el mundo’.
Por su parte, el jefe del Comité de Defensa y Asuntos Exteriores del Parlamento israelí, Tzachi Hanegbi, del partido Kadima de Olmert, opinó que la ejecución de Sadanm Husein ‘es un mensaje para todos los tiranos del mundo, un mensaje que se oirá hasta Teherán’.
Las autoridades israelíes se mantuvieron en un principio cautas sobre la ejecución y Olmert, por ejemplo, no ha hecho comentarios.
El viceministro de Defensa israelí, Efraim Sne, insistió incluso ayer sobre las amenazas para la seguridad de la región que cabe temer tras la ejecución. ‘Debemos estar preocupados por lo que va a ocurrir ahora’, dijo.
‘Irak podría convertirse en un generador de terror y llevar el caos a toda la región’, advirtió Sne.
Durante la guerra del golfo de 1991, tras la invasión iraquí a Kuwait, Sadam Husein ordenó el lanzamiento de unos 40 misiles balísticos de tipo Scud contra Israel, aunque este país no participaba en la contienda.
Sadam Husein llegó a apoyar financieramente a las familias de los terroristas suicidas.
En los territorios palestinos se han multiplicada las manifestaciones de duelo por la muerte de Sadam en la calle y entre distintas facciones, inclusive el movimiento islamista Hamás en el Gobierno palestino.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, del movimiento nacionalista Al Fatah, en cambio, no ha hecho hasta ahora comentario alguno sobre la ejecución.