La nieve cayó este miércoles sobre Jerusalén, por primera vez en este invierno, obligando a los judíos ultraordodoxos a apurar el paso cerca del Muro de las Lamentaciones, con sus sombreros negros cubiertos de copos blancos, y a los fieles musulmanes a cobijarse en la mezquita Al Aqsa.
Más allá de estos detalles, las nevadas ocasionaron más de 200 accidentes de tráfico en Israel, que se saldaron con dos muertos, según los servicios de emergencia.
Una fina alfombra blanca helada cubría a última hora de la tarde las calles del casco antiguo de Jerusalén, el Muro de las Lamentaciones y la cúpula dorada de la Explanada de las Mezquitas, convirtiendo a la ciudad santa en una postal que retrataban sin tregua los aparatos fotográficos de los turistas.
En una de las principales arterias, la calle Jaffa, el tiempo parecía haberse detenido, con un tráfico más fluido y sin los clientes que suelen agolparse en el mercado. Los niños disfrutaban enzarzados en batallas de bolas de nieve.
La Universidad hebraica, la mayor de Israel, anunció que cerraba sus puertas durante el día.
«Esperamos más nieve durante las próximas horas hasta medianoche. Mañana hará mucho frío pero no nevará», afirmó a la AFP el meteorólogo israelí Danny Roup, quien añadió que «en Jerusalén nieva una o dos veces al año».
Vanguardia. Foto Judaismovirtual.-