La declaración lleva la firma de unas ochocientas personas, entre las que figuran, aparte de Wiesel, los intelectuales franceses André Glucksmann y Bernard-Henri Lévy, que participaron hoy, viernes, en una asamblea en la Facultad de Ciencias Políticas de París.
Los firmantes denuncian la «impotencia» de las grandes potencias (EEUU, Rusia, China, Francia, Alemania y el Reino Unido) para consensuar un proyecto de resolución de la ONU que aplique sanciones concretas al régimen iraní, que lleva a cabo un programa de enriquecimiento de uranio que Occidente teme que tenga fines militares.
«Con objeto de evitar lo peor» los firmantes piden a la comunidad internacional que apruebe medidas como rechazar la entrada del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, en cualquier país extranjero, así como el embargo a la venta de armas a la nación persa.
Piden a las empresas francesas que dejen de invertir en Irán, que se aplique un embargo sobre todos los productos refinados del petróleo con destino a ese país y que no haya transferencia de tecnología en el ámbito nuclear y balístico ni transacciones financieras relacionadas con esa actividad.
El manifiesto rechaza las «amenazas» de Ahmadineyad a los países occidentales y la iniciativa de haber celebrado una «seudo-conferencia indecente» sobre el Holocausto, el lunes y martes pasados en Teherán.
Aurora