Inicio NOTICIAS BASTA DE ARENQUE

BASTA DE ARENQUE

Por
0 Comentarios

Le contesté «¿Está usted tan seguro de que hay una masacre en Jenín?».
«Por supuesto que estoy seguro, lo leí aquí en nuestros periódicos de la
mañana y lo vi en televisión: Mataron a cientos. Es una masacre.»

«¿Usted piensa que las tropas israelíes cometerían una masacre?» le
pregunté.

«Así parece,» respondió.

«¿Estamos saliendo en vivo?»

«Sí,» me dijo.»

«Bueno, váyase al c.,» le dije.

Y es exactamente así como me siento con respecto a los noruegos, cuyos
sindicatos han impuesto
un boicot sobre los productos israelíes, los daneses que ya no compran
más naranjas israelíes, los
alemanes-benditos sean- que están reteniendo repuestos para tanques y
los belgas, que ni siquiera
pudieron dejar la política afuera durante el festival Eurovisión de la
canción.

Cuando los aliados de la OTAN, incluyendo los países que acabo de
mencionar, fueron a luchar contra la ex Yugoslavia, dejaron el país en ruinas.
Prácticamente no dejaron ni un puente ni edificio en pie.
La embajada china, estaciones de radio y televisión,
redes de energía eléctrica, suministro de agua, caminos, ferrocarriles, y toda la
infraestructura fueron reducidos a escombros para liberar a Europa de Slobodan Milosevic.
Y entonces, solo entonces, cuando la guerra se había
ganado desde el espacio aéreo, entraron las tropas terrestres,
principalmente cumpliendo el papel de guardianes de la paz.

En Jenín, como todos sabemos, 23 soldados israelíes fueron muertos en
combate cuerpo a cuerpo
en las estrechas callecitas de ese campo de refugiados; murieron 54
palestinos, muchos de ellos
hombres armados. Podríamos haber aprendido de la OTAN en Yugoslavia,
pero no lo hicimos, y
¿los daneses no comen naranjas israelíes?

La gente se pregunta qué es lo que pasa con los medios israelíes.
¿Por qué la imagen del país es tan mala?

La verdadera pregunta es, creo, un poco diferente. ¿Por qué Israel tiene
que explicar que las bombas suicidas, en las que hombres y mujeres se hacen
estallar en jardines de infantes, ómnibus, pizzerías, son algo malo?
¿Acaso ese problema informativo no debería ser un asunto palestino?
Alguien que le explique a un noruego o a un danés esa insufrible imagen de una madre
gritándole a las cámaras de televisión que quiere que sus 10 hijos sean «shajids» — mártires.
En la mayoría de las sociedades, las madres preferirían lanzarse ellas mismas sobre el
enemigo para proteger a sus hijos.
Aquí la ecuación está dada vuelta, pero el significado no ha penetrado
en la mente europea.

Recordemos la foto del niño de 12 años Muhammad al-Dura cuando moría en
las primeras horas de esta guerra. El niño se acurrucaba junto a su padre, buscando
desesperadamente protegerse del cruce de las balas. Su padre se agazapaba detrás
de un barril con el niño colgado de la espalda.
¿Usted no habría puesto a su hijo entre usted y el barril?

Saddam se compra un suicida por 15.000 dólares y Qadhafi consigue uno
por 10.000 dólares. Los palestinos venden a sus hijos y ¿somos los judíos los que
tenemos que explicar sus valores? ¿Son naranjas israelíes lo que ellos no compran?

La gente de Noruega y de Dinamarca nunca sufrieron lo que significa
vivir bajo la amenaza
constante del terror, una situación en la que un niño no puede ir a una
fiestita de cumpleaños o
siquiera a la escuela, sin el miedo de ser asesinado o de quedar
mutilado. Nunca se sabe dónde ni
cuándo el terrorismo atacará . Sus víctimas son indiscriminadas. No son
soldados, sino hombres,
mujeres y una desproporcionada cantidad de niños y jóvenes, teniendo en
cuenta los blancos que
han sido elegidos.

Jenín era una fábrica de bombas. Decenas de ataques se planearon desde
allí, incluyendo la
masacre de la noche de Pesaj en el Park Hotel de Netanya. Y esa sí que
fue una masacre, y vino de
Jenín. El ejército israelí tenía todo el derecho, en realidad el deber,
de ir allí y detener los
asesinatos. Lo hicieron sin cometer los excesos de la OTAN y con un
elevado costo personal.

Aparentemente, los europeos ahora se han comprometido a ayudar a los
palestinos a reformar su
sociedad. Los ayudarán a redactar una constitución, establecer un
sistema legal independiente y una
estructura democrática estable. Su habilidad para lograr esto es del
interés de Israel. Seguro que el
presidente Arafat está muy ansioso por cooperar.

Sin embargo, mientras tanto, tal vez sería de utilidad para que los
europeos puedan implementar
mejor sus ideales democráticos, que detuvieran su apoyo de facto al
terrorismo como también el
mensaje que les están enviando a los palestinos de que las bombas
suicidas son algo bueno. También
sería útil que algunos de los corazones sangrantes que están por allí en
la Unión Europea dijeran
algo sobre las sinagogas incendiadas en Francia, Gran Bretaña, Bélgica y
otros países de su Unión.

Los europeos, y la prensa europea en particular, le deben una disculpa a
Israel. Mintieron. No hubo
una masacre en Jenín. Probablemente hubo menos daños colaterales en casi
dos semanas de lucha
en áreas densamente pobladas que en un solo día de bombardeos de la OTAN
en Belgrado. Tomó
18 meses de violencia y casi 500 muertos, dos tercios de ellos civiles,
antes de que Israel entrara en
Jenín. Los aliados no esperaron tanto antes de convertir en ruinas la
Yugoslavia de Milosevic.

Entonces, si va a haber un boicot, tal vez los servicios de «catering»
judíos deberían dejar de
servir salmón noruego y arenque danés y chocolate belgas y champán
francés, y los turistas judíos
deberían elegir otros destinos para sus vacaciones este año. Y en cuanto
a aquellos alemanes que
parecían muy contentos de poder empezar otra vez a aporrear a los judíos,
tal vez todavía haya que seguir trabajando un poco más sobre ese asunto del Holocausto.
¿Se acuerdan?

Hirsh Goodman fue el editor fundador de «The Jerusalem Report» y hasta
Enero de 2000, el vicepresidente del «Jerusalem Post».
Por aproximadamente dos décadas reportó sobre asuntos de defensa para
ese diario. Tambien fue corresponsal especial para el
«Sunday Times» de Londres y analista de noticias para CBS News.

Traducción de Egon Friedler.

Enviado por el Departamento de Prensa de la Embajada de Israel.

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más