Galeano libró unos días antes de que el viernes comenzara la feria judicial un tercer exhorto dirigido al Procurador General de la Justicia alemana, Bruno Jost, para que fije las condiciones de un tercer interrogatorio. Sucede que el ex espía iraní se encuentra bajo el régimen de protección de testigos de Alemania desde que ayudó a esclarecer el atentado de hace diez años al restaurante «Mykonos» de Berlín donde fueron asesinados líderes de la oposición kurda al gobierno de Irán.
A pedido de los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, Galeano quiere esa audiencia para mostrarle al «testigo C» 25 fotografías de ex funcionarios de Menem a fin de que identifique si alguno de ellos es la persona que tomaba contacto con el gobierno iraní, entre otros datos.
La denuncia del ex espía, que Clarín publicó hace un año atrás cuando los fiscales evaluaban pedir un tercer testimonio, causó ayer impacto nacional e internacional cuando la publicó en su tapa el diario The New York Times. Mesbahi había afirmado, en su segunda declaración ante Galeano realizada en el 2000 en Alemania bajo estrictas medidas de seguridad, que a través de ese contacto se negoció un supuesto soborno para Menem de 10 millones de dólares que el gobierno de Iraní habría depositado en una cuenta secreta de un banco de Ginebra.
Los párrafos más importantes de la nota del corresponsal para América latina de The New York Times, Larry Rohter, dicen:
· «El gobierno iraní organizó y llevó a cabo el ataque» a la AMIA y «luego le pagó al entonces presidente de Argentina, Carlos Menem, 10 millones de dólares para encubrirlo. Así lo reveló un testigo en el caso».
· «Una transcripción de 100 páginas de una declaración secreta, proporcionada al New York Times por funcionarios argentinos frustrados porque el caso sigue sin resolverse, apoya las sospechas de una participación iraní y suma interrogantes respecto de la investigación que estuvo plagada de irregularidades desde un principio. Mesbahi dijo que, después del atentado, se realizaron negociaciones en Teherán con un emisario, un hombre de barba de unos 50 años, enviado por Menem. El resultado fue que «se depositaron 10 millones de dólares en una cuenta que había indicado Menem», dijo Mesbahi, que salieron de una cuenta suiza de 200 millones de dólares controlada por Hashemi Rafsanjani, que era el presidente de Irán en ese momento, y por un hijo de Komeini».
· «A cambio de este dinero, dijo Mesbahi, Menem aceptó «hacer declaraciones que que no había ninguna evidencia que demostrara que Irán era responsable». El gobierno de Menem, en un principio, culpó a Irán, pero el efecto acumulativo de las últimas declaraciones, que sostenían que no había suficientes pruebas, terminó sembrando dudas sobre la responsabilidad iraní en el atentado».
Cuando Clarín reveló, el año pasado, las denuncias del ex espía iraní, Menem presentó un escrito ante Galeano en el que afirmó que se trata de «una infamia» y ayer, en plena campaña por las elecciones internas del PJ, dijo que la publicación del prestigioso diario neoyorquino se trata de «una burda patraña».
Sin embargo, Galeano pidió el año pasado a Suiza que confirme si es cierto que Menem tiene cuentas bancarias secretas en bancos suizos. La solicitud de Galeano se sumó a la que ya había enviado su colega Jorge Urso por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. Y Suiza decidió concentrar esos dos pedidos en manos del juez federal suizo Paul Perraudin.
El año pasado, Suiza confirmó que Menem abrió en 1986, cuando era gobernador de La Rioja, una cuenta en el banco UBS de Ginebra a nombre de Zulema y Zulemita Menem que tiene 650 mil dólares, tal como reveló Clarín. Mientras se investiga si otra cuenta secreta abierta en 1996 por una empresa fantasma y que contiene 10 millones de dólares pertenecería a Menem y a su secretario privado Ramón Hernández, quienes negaron tener cuentas en el exterior.
Fuentes judiciales consultadas por este diario afirmaron que «al juzgado de Galeano todavía no llegó ninguna respuesta oficial suiza y se espera también respuesta a una serie de exhortos enviados a la SIDE, la CIA, el FBI e Interpol sobre otros datos aportados por el «testigo C».
Galeano, quien se encuentra de vacaciones desde el viernes, había imputado el 9 de agosto de 1994 la autoría del atentado a la Jihad Islámica, el brazo armado del partido libanés proiraní Hezbollah, y la intelectual, a Irán y sigue investigando la conexión internacional del atentado contra la AMIA del 18 de julio de 1994, que dejó un saldo de 85 muertos.
Mientras tanto, un tribunal oral juzga desde hace 10 meses al ladrón de autos Carlos Telleldín y al ex policía Juan José Ribelli, entre otros acusados de haber sido la conexión local que entregó a los terroristas la Trafic usada como coche bomba.Daniel Santoro. DE LA REDACCION DE CLARIN