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En Israel, una argentina es candidata en las próximas elecciones

Por Gustavo Beron
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Itongadol/Agencia AJN.- Lili Weisberger nació en Buenos Aires, pero desde los 14 años vive en Israel, y ahora se prepara para hacer historia. Primero quiere ser la primera argentina en alcanzar una banca en la Knesset, el Parlamento israelí, y después, desde ese escenario, alcanzar “un acuerdo respetable” para israelíes y palestinos con el objetivo de “terminar con la continua guerra”.

En diálogo con la Agencia de Noticias AJN, Weisberger, quien dirigió actividades de Women Wage Peace (“Las mujeres hacen la paz”), contó que el movimiento nació durante la guerra de Gaza de 2014, y en la actualidad cuenta con miles de afiliadas activas y simpatizantes en las redes sociales, tanto judías como árabes.

Atrás quedaron su paso por la escuela Rambam y la Bialik de Villa Devoto, como los días en Macabi, y ahora la mente está puesta en búsqueda de un cambio radical en la trama de un conflicto histórico, como el que mantienen Israel y los palestinos.

“Llegó el momento del diálogo, hay que sentarse con los palestinos hasta que salga el humo blanco”, enfatiza la dirigente, quien aclara: “Las mujeres tenemos que ser parte delas negociaciones somos el 50 por ciento de la población”.

No sólo se queda con ese dato sino que, además, apunta que “estudios de la ONU determinaron que cuando había mujeres los acuerdos se firmaban rápido y más tiempo se mantenían los acuerdos”.

Por eso, Lily quiera dar ese gran paso en la historia y encabezará una lista de candidatos del Partido “Simplemente Amor”, que tiene a varias de las representantes del movimiento Women Wage Peace, y que buscará una banca en el Parlamento.

“En Israel, estos últimos cuatro años, el diálogo político fue muy violento, con mucho odio, muchas acusaciones. Queríamos hacer un acto radical y venir con valores diferentes y uno deseos valores es ser auténtico, sacar del closet las palabras amor y paz. Como el odio tiene mucha fuerza, el amor es la fuerza que puede transformar y el resto del eslogan es que todos somos seres humanos. Esa es nuestra identidad primordial somos todos seres humanos”, resalta.

En la nómina de “Simplemente amor” aparecen ciertas particularidades como la primera candidata Judía – árabe musulmana religiosa, tres profesores de medicina, una mujer drusa, una mujer israelí-palestina y un líder árabe-cristiano.

Tres hombres y siete mujeres figuran en los primeros diez lugares. “Quería tener un partido político que represente los valores que Israel tiene que fomentar igualdad que todos”, resalta Weisberger.

Justamente en lo que sería su plataforma electoral, este partido que nació de un movimiento de mujeres buscará entre las primeras medidas crear el “Ministerio de la Paz”. “Decimos que después de 70 años de liderazgo de Israel se tiene que tomar una decisión profunda y estratégica que es llegar a la paz con los palestinos y los países árabes moderados”, insiste.

Para Weisberger, “hay intereses árabes que están en contacto con Israel”, pero advirtió que las relaciones no van a ser abiertas en la medida que no se concluya con el conflicto con los palestinos.

“Si queremos que Israel siga existiendo y si queremos ser parte de Medio Oriente, tenemos que tomar decisiones con coraje. Llegó el momento de sentarnos con mucho coraje y llegar a acuerdo porque es posible hacerlo. Llego el momento de dar ese paso y entonces el dinero va a poder ir a la salud y cerrar las diferencias, las brechas, entre ricos y pobres”, resalta como en un acto de campaña.

Está claro que Weisberger está a favor de la existencia de dos estados, pero sobre todo apunta que “el precio de la guerra es insoportable”.

 

El temor a la guerra
Si hay un común denominador entre las madres israelíes y palestinas es el temor a la guerra. Justamente, “Las mujeres hacen la paz” nació a partir de esa angustia y esa desesperación que inunda a las madres cuando ven a sus hijos enrolarse en el Ejército.

Fue en el verano de 2014, cuando el hijo de Weisberger estaba realizando la instrucción militar u se desató la Operación Margen Protector. Para los ojos del mundo era un capítulo más de la reacción israelí frente a una escalada de cohetes lanzados por Hamás desde la Franja de Gaza.

“Fueron 50 días, una guerra horrenda, no podía ni respirar de tanto miedo y angustia. Tenía miedo de que me llamen a la puerta y que haya pasado algo. Un día estaba en el cuarto de mi hijo y me prometí no olvidarme de ese trauma, ese dolor, esa angustia. Lo había cambiado cuando era bebé, lo críe con tanto amor y no tengo nada que decir”, recuerda con un tono de rabia y dolor.

Lo cierto es que en ese momento Weisberger con un grupo de amigas, mujeres judías, árabes, seculares, musulmanes, todas se unieron en un movimiento que ya hizo historia. “Fui una de las mujeres que movilizó a miles de personas que durante 50 días ayunó por la guerra de Gaza de 2014. Al año siguiente hicimos una carpa y estuvimos 50 días al lado de la Casa de (Benjamin) Netanyahu, el primer ministro”, relata sobre aquella protesta que tenía como objetivo pedir por la recuperación de las negociaciones con los palestinos.

“Después de cuatro años, el movimiento de las Mujeres hacen la Paz decide crear un partido político para ser parte del Parlamento y estar en el lugar donde se toman decisiones”, explica Weisberger para agregar: “Si queremos igualdad entre todos los ciudadanos y celebrar la diversidad de pueblos, culturas y religiones tenemos que mostrar que hay una elección de mujeres y hombres que vienen de esa convivencia común”.

En este contexto, la candidata apunta que “hay más de 17 planes para terminar con el conflicto con los palestinos”, entre ellos uno impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Pero para ella llegó el momento de “tomar decisiones y tomar el coraje en momentos que los países árabes quieren estar en relación con Israel”.

“El nuevo gobierno tendrá que tener el coraje y tomar la decisión de buscar un acuerdo de paz. La otra opción es horrenda y terrible y el precio no estamos dispuestos a pagarlo”, remarca.

En este punto señala que “hay gente que quiere anexar Judea y Samaria” y advierte que de ser así “Israel va a dejar de ser democrático”. “Israel tiene que decidir que tipo de carácter va a ser; un país que respete a las minorías o un país donde millones de personas no tienen derecho de ciudadanía”, añade.

Weisberger cuenta que tiene “muchas amigas palestinas” y señala que “la mayoría del pueblo en Israel y en los territorios palestinos quiere “vivir una vida normal, que sus hijos vayan a la escuela, tener trabajo, los dos pueblos quieren eso, pero los líderes no.

“Hace poco salimos en una caravana de 60 días viajando a través de Israel, llegando a cada aldea, mujeres judías y árabes, diciendo que es posible vivir en paz celebrando la diversidad de cultura y religiones que hay en Israel. Lamentablemente la fuerza extremistas se escucha pero no la convivencia”, lamenta.

Para Weisberger, esa convivencia entre árabes y judíos “ya existe” y argumenta que 20 por ciento es árabe. “En los últimos años el gobierno fomentó el odio y es el momento de terminar con eso”, dice la candidata.

El recuerdo argentino
Weisberger dejó la Argentina cuando tenía 14 años y recuerda que a los 20 años, luego de pasar por el Ejército, volvió a Sudamérica. “Cuando vine a los 14 años era una adolescente y quería rápido ser parte de Israel. Pero el viaje de mochilera a los 20 años me reconectó con la Argentina”, apunta.

“Tengo mucho cariño por la Argentina. Tengo familia y amigas argentinas, es parte de lo que soy y tengo gratitud a las raíces sudamericanas. Pienso en la época de los militares, que fue tan horrenda, el miedo y el dolor, y ver a las Madres de Plaza de Mayo que comenzaban a manifestarse, puedo ver a Mercedes Sosa, Violeta Parra, a Pablo Neruda. Es un gran orgullo ser parte de esa cultura tan rica”, expresa.

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