Itongadol/AJN.- Estudios anteriores demostraron que nuestra escritura a mano puede revelar cuando estamos mintiendo, proporcionar indicios de personalidad e identificar problemas de salud que se encuentren en las primeras etapas. Ahora los investigadores descubrieron que la escritura a mano también revela el estado de ánimo.
"Hay un problema para medir las emociones usando índices objetivos que están completamente libres de lo que nos dice el sujeto", explicó la estudiante de doctorado Clara Rispler, y una de las autoras de un nuevo estudio en la Universidad de Haifa. "La capacidad de identificar las emociones del sujeto de manera fácil y no invasiva podría conducir a un gran avance en la investigación y en la terapia emocional", expresó.
De acuerdo con la teoría cognitiva, cuando el cerebro realiza varias acciones simultáneamente, las acciones secundarias y automáticas se ven afectadas. Usando esta teoría, la Prof. Sarah Rosenblum del departamento de terapia ocupacional de la Universidad de Haifa desarrolló un sistema computarizado que puede medir los cambios mínimos en la escritura a mano, como el espacio entre las letras y la cantidad de presión que aplicamos al escribir.
Ella ya había utilizado este sistema en el pasado para descubrir que los cambios en la escritura a mano pueden revelar cuándo estamos mintiendo, tanto oralmente como por escrito, y pueden indicar las primeras etapas de la enfermedad de Parkinson.
Rispler, el Prof. Gil Luria y el Dr. Alon Kahane del departamento de servicios humanos de la universidad trabajaron con Rosenblum en el último estudio para examinar si los cambios en la escritura a mano pueden identificar estados de ánimo.
Para poder demostrar su teoría un experimento fue realizado, que consistió de la siguiente manera. Los 62 participantes del estudio se dividieron aleatoriamente en tres grupos. Cada grupo vio una película adecuada para poner a los participantes en diferentes estados de ánimo: positivo, negativo y neutral. Luego se les pidió usar el sistema computarizado para escribir un párrafo que incluyera todas las letras del alfabeto hebreo.
Para los participantes que estaban de mal humor, las letras eran significativamente más bajas en altura y más angostas en ancho que en el caso de las personas que estaban de humor o en un estado neutral. Los participantes que estaban de mal humor también escribieron mucho más rápido. Según los investigadores, los cambios en la escritura a mano probablemente se debían, dijeron “a un estado de ánimo negativo que crea una carga cognitiva en el cerebro”.
"Los hallazgos del estudio pueden ayudar a los terapeutas a identificar el estado de ánimo real de los pacientes, algo que, naturalmente, es muy importante para el proceso terapéutico", concluyó Rosenblum.