Itongadol.- Yossef Ber Maguen, director para Iberoamerica de la Universidad Bar Ilán, se encuentra en la Argentina junto al profesor Mordechai Kedar, también de la Universidad, para dictar distintas conferencias en HACOAJ, Hebraica y el Seminario Rabínico para poder “reforzar el conocimiento de la situación de Israel en su entorno y dar a conocer la versión de lo que, para Bar Ilán, significa el nudo indivisible que existe entre el pueblo judío e Israel”, destacó Ber Maguen en diálogo con Iton Gadol.
-Desde la Universidad Bar Ilán, ¿qué significa para usted esta visita a la Argentina?
Nosotros vemos a Bar Ilán como un apoyo a las comunidades judías. No es una casualidad que hemos venido para la conmemoración del atentado a la Embajada de Israel en Argentina, que vamos a tener actividades en diferentes lugares con el profesor Kedar dirigidos a distintos tipos de público, y que nuestra finalidad es reforzar el conocimiento de la situación de Israel en su entorno y dar a conocer nuestra versión de lo que significa el nudo indivisible que existe entre el pueblo judío e Israel, porque nosotros consideramos que nuestra labor es apoyar la continuidad del judaísmo a través de la educación judía, nuestro aporte a la educación judía en Latinoamérica, que venimos haciendo en muchas comunidades en sus programas educativos, principalmente porque acreditamos que esto no es una relación de “APOYENOS”, sino “APOYÉMONOS”, que es diferente.
-¿Cuánto juega, por ejemplo, una kipá en esta universidad, hablando de valores?
Yo no uso kipá, pero me siento enormemente identificado con el legado milenario de nuestro pueblo, que considero que Bar Ilán es un exponente que me permite representarla sin ninguna obligatoriedad de usar o no kipá, sin ninguna imposición sino con una absoluta tolerancia, y que me permite identificarme con los valores de mantener y reforzar la cultura y el reconocimiento del judaísmo. El judaísmo no es solamente una versión. Cada uno encuentra su judaísmo. Marshall Meyer , el rabi de Lubavitch y Ovadia Yossef han influenciado en Am Israel y se estudian sus obras en Bar Ilán. Después de todo, somos un solo puedo con muchos matices. El talmud dice que la Torá tiene 70 caras, y cada uno encuentra una de ellas.
-¿Cómo juegan hoy los valores sionistas?
El sionismo ha sido denominado como el movimiento de liberación nacional del pueblo judío. Mientras haya judíos que quieran redimirse físicamente y espiritualmente en un Estado judío, el sionismo va a ser vigente. Nosotros en Bar Ilán consideramos que la Universidad debe formar parte del proceso de la redención del pueblo judío, principalmente teniendo las puertas abiertas para cualquier judío que venga de afuera para estudiar en la Universidad. Nosotros tenemos un departamento que se ocupa de eso y en los últimos años hemos establecido fondos de ayudas económicos para que todo estudiante que quiera estudiar en Bar Ilán, oriundo de América Latina, no tenga un impedimento económico para hacerlo, y lo hermos logrado. Ya tenemos cientos de alumnos que se han graduado y que han tornado su vida una vida de suceso en un país exitoso como es Israel.
-¿Cuáles son las cuestiones que hoy se convierten en logros y se puede exponer sobre lo que es la Universidad?
Tenemos logros en diferentes áreas, pero creo que el más importante es el poder darle cabida a todos los que quieren estudiar. Somos la única Universidad que tiene un programa especial para que personas con síndrome de down consigan un título académico. Nosotros estamos enfocados en los seres humanos, en aquellos que no tuvieron la suerte de poder llegar al más alto nivel. No somos elitistas, somos una universidad que crece a lo ancho, que exige a sus estudiantes participar en proyectos sociales de ayuda a la comunidad. Nosotros no somos una torre de marfil Hay universidades en Israel que están muy orgullosas de ser los primeros en esto y en lo otro. Nosotros consideramos que nuestra función es ofrecer una educación elevada a la mayor cantidad de personas posibles y no solo a una elite. Hoy el mundo exige educación académica. Quien no la consigue, queda fuera de competición. En los años 50, Israel exportaba con orgullo naranjas. Hoy con orgullo exportamos HI Tech, y para eso no basta una elite en una torre de marfil.
-¿Qué significado tiene la presencia del profesor en la Argentina justamente en este momento?
El profesor Mordechai Kedar es una eminencia en estudios islámicos y árabes. Se ha especializado en fundamentalismo islámico, y hay una enorme curiosidad por parte de muchas personas que quisieron que venga. Para nosotros es un orgullo que sea un referente para explicar y dar a conocer distintos aspectos de la problemática de Medio Oriente desde su perspectiva como investigador y poder responder a las preguntas de todos.
-Estamos a poco tiempo del 70 aniversario del Estado de Israel. ¿Cómo lo encuentra a la Universidad Bar Ilán?
Nos encuentra en el inicio de una etapa de ampliación y consolidación de logros. Hasta que Israel cumplió 50 años, la Universidad era muy pequeña y estaba encerrada en un mundo sionista ortodoxo. En los últimos 20 años, la Universidad tuvo un empuje asombroso triplicando sus dimensiones, no solamente física sino también académica y en cantidades de alumnos y centros pioneros de investigación, como Nanotecnologia, cyberseguridad y otros. Nuestro desafío ahora es crecer a lo ancho, incorporar más alumnos, más investigadores y comenzar a cosechar los logros de esta inversión. Hemos demostrado que en el inmenso rompecabezas que es Medinat Israel y el pueblo judío, somos una pieza de ese rompecabezas que, si faltamos, todo estará incompleto.