Itongadol.- En un ambiente de gran camaradería se llevó a cabo la “Séptima Cena Anual 5777-2017” de las Escuelas Oholey Jinuj – Jabad Lubavitch, en el Salón Libertador del Sheraton Buenos Aires Hotel, que tuvo como lema “Pasión por despertar la llama en cada uno de nuestro pueblo”.
Luego de una imponente recepción, durante la cual los invitados pudieron deleitarse con una gran variedad de comidas, los asistentes ingresaron en el lugar en el cual se desarrollaría la cena propiamente dicha, que fue conducida desde un escenario ubicado en el centro del salón.
Gabriel Pines, director administrativo de las escuelas Oholey Jinuj, agradeció a los asistentes y a los donantes por su colaboración, y también al personal de dirección, profesores y docentes, al igual que a sus colaboradores inmediatos y a todos los empleados de la institución por la cooperación prestada en la organización de la séptima cena anual.
A continuación, se proyectó un video del Rebe en el que explicaba la actitud que cada judío debe tener para que se pueda educar a los niños en la senda de la Torá y el cumplimiento de las mitzvot
Durante el transcurso de la cena, el director general de Jabad Lubavitch Argentina, rabino Tzví Grunblatt, se dirigió a los asistentes, realizando un Lejaim por lo que denominó el cierre triunfal del año hebreo 5777, al iniciar el mes de Elul, y sostuvo: “Empezamos el 5778, a poner los recipientes para las bendiciones de Rosh Hashaná. Acá ponemos containers, nada de vasitos, containers para muchas bendiciones, para que la noche de hoy sea fuente de bendición para cada uno con sus familias, y Mashiaj ya”.
También aprovechó el Lejaim para felicitar al cuerpo docente de Oholey Jinuj, a Gabriel Pines, a todo el personal de la institución y a quienes, con su apoyo y colaboración, permiten que la escuela siga creciendo.
Actualmente Oholey Jinuj, en sus tres secciones -jardín de infantes, niñas y varones- supera con creces los 500 alumnos y continúa creciendo.
El Rabino Grunblatt también expresó, entre otros conceptos: “No solamente hay que estudiar, hay que vivir con las cosas del judaísmo”. Luego, explicó que en la sección semanal de la Torá que se lee el próximo sábado, un versículo compara al hombre con un árbol, debido a que “por definición en el judaísmo, es el que da frutos, porque cuando D’s creó el mundo todos los árboles tenían que dar frutos, y el hecho de que hubiera árboles que no dan frutos no es lo natural. Cuando venga el Mashiaj todos los árboles darán frutos. ¿Por qué la comparación del hombre con el árbol? Aprendemos en la Guemará que el árbol es para que dé frutos y el árbol que da frutos no se puede tocar, no se puede hachar ni en el momento de la guerra. ¿Y quién es el árbol que da frutos?: el que estudia Torá. De su estudio hay frutos. Frutos deliciosos y nutritivos. Hay mitzvot que salen de esos frutos, conductas; y cada uno está lleno de semillas de los que salen luego miles de árboles llenos de frutos, y esto es Oholey Jinmuj”.
Después de esta comparación, el rabino Grunblatt se refirió a las acciones que cientos de alumnos llevan a cabo tanto en las diversas comunidades judías del país como del mundo, como el esfuerzo que significa poder continuar formando a esos niños, de acuerdo a lo enseñado por el Rebe.
Posteriormente, mientras los asistentes se comprometían a sostener la obra educativa de Oholey Jinuj, la cena fue amenizada por el reconocido humorista Roberto Moldavsky, quien convirtió el stand up en un espectáculo muy apreciado por los argentinos.
Finalmente, luego de que Gabriel Pines agradeciera a todos los que se comprometieron a colaborar con la institución durante el próximo año hebreo, se sortearon entre los asistentes dos joyas especialmente donadas para esta fiesta.