EFE.-La oficina de Peres, al paso de noticias difundidas en medios de la ortodoxia judía, aclaró que el octogenario dirigente israelí «se opone a esa marcha, no a los homosexuales».
La manifestación está prevista para agosto próximo por calles de la Ciudad Santa para las tres grandes religiones monoteístas, la judía, la cristiana y la musulmana, cuyos máximos dignatarios, así como los de la Iglesia Evangelista de Estados Unidos, formaron una alianza cuyo objetivo es lograr su prohibición.
La autorización para celebrar el desfile de los homosexuales depende de las autoridades policiales a cargo del orden público en la ciudad, pero éstas no tomaron partido aún entre los que favorecen las celebraciones, que durarán diez días, y sus detractores.
Más allá de los aspectos sociales y religiosos, los más interesados en la Marcha Mundial -precedida por la celebrada en el 2000 en Roma bajo la indignada reacción de El Vaticano- son los hoteleros israelíes.
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