Itongadol.- En el Espacio de Arte AMIA, el presidente de la institución, Agustín Zbar, inauguró el 11 de julio al anochecer la muestra “TRAFIC”, una instalación integrada por 42 obras que representan a cada una de las letras del abecedario latino, los números del cero al nueve y diversos signos ortográficos grabados en chapas que pertenecieron a una camioneta Trafic de color blanco Chapelco, obra de Tomás Espina y realización de Ernesto Sotera, según un proyecto y curado por Elio Kapszuk.
La muestra forma parte de las acciones de recordación que la institución organizó en el marco de los 23 años del atentado a la AMIA. La exposición de lo que quedo de la camioneta luego de la intervención artística se presentó junto al video de cómo fue elaborada está obra de arte conceptual.
Agustín Zbar se refirió a la existencia de la Trafic como el coche bomba utilizado el 18 de julio de 1994 para atentar contra la AMIA y expresó: “Ese hecho duro, tremendo, lamentablemente ha estado en discusión durante 23 años. Hubo un designio asesino del terrorismo internacional que tenía como objetivo matar a la mayor cantidad de judíos con un vehículo que pudiera alojar la mayor cantidad de explosivos posibles según las condiciones que tenían para traerlo por el contacto de la embajada de Irán en Buenos Aires. Todo eso está absolutamente probado en la causa judicial, sin embargo a los 23 años todavía van a escuchar teorías que dicen ‘lo de la Trafic es un invento, lo de Irán es un invento, todo está fraguado’”.
Sobre la obra conceptual, Zbar comentó: “tiene un contenido, una lección, una enseñanza muy potente y muy explícita, que es la Trafic. Una Trafic descuartizada, que uno puede imaginar como si hubiera explotado, de la que no quedó casi nada, pedazos del chasis, pedazos que se incrustaron en seres humanos, pedazos de la Trafic Chapelco se extrajeron de baldes que habían sido conservados en la morgue”.
Existió un “hecho terrorista y el instrumento fue una camioneta Trafic preparada con explosivos, entregada por Telleldin”. Zbar añadió que “Telleldin pasea alegremente por la Argentina en autos carísimos, hace una gran vida y sus mandantes son los máximos jerarcas de la República Islámica de Irán también gozan de un buen pasar”.
El presidente de la AMIA afirmó que el arte “cumple con la inspiración de Tomás, dice algo muy fuerte a través de su approach y lo convierte en un mensaje educativo”.
“Podemos no estar en condiciones políticas, judiciales, sistémicas de que los asesinos vayan presos de por vida por el crimen de lesa humanidad que cometieron, pero no vamos aceptar que se siga discutiendo sobre una verdad de lo que ocurrió, y creo que está obra inspira una enseñanza y ayuda a que no sea posible el olvido”.
Por su parte, Elio Kapszuk relató: “La idea de una instalación a partir de una camioneta se venía gestando en AMIA desde hace años. Pero tomó forma recién en diciembre del año pasado, a partir de la difusión de un documento emitido por la UFI-AMIA”.
El documento afirmaba que un examen sobre esquirlas confirmó la hipótesis del empleo de una camioneta Trafic en el atentado. Kapszuk aseguró que para seguir manteniendo viva la memoria y denunciar la impunidad aún vigente “Trafic pone de manifiesto, a partir de la presencia de letras, signos de puntuación, interrogación y exclamación que fueron intervenidos, la infamia que representa la falta de justicia”.
A su vez, Tomás Espina manifestó que para utilizó el abecedario porque lo considera la posibilidad de un decir “lo que hoy por hoy es imposible”, y que uno tiene que tener la esperanza de que sea posible.
Trafic es una instalación que puede interpretarse de infinitas maneras, según la visión de cada persona que la observe. La obra se expondrá durante lo que resta del mes de julio y durante agosto de lunes a jueves de 10 a 19 hs. y los viernes de 10 a 16 hs. en Pasteur 633 con entrada libre y gratuita, requiriéndose identificación para ingresar.
EACh.