AJN.- Por Roxana Levinson, corresponsal en Israel. Israel y Nueva Zelanda dieron por finalizada la crisis generada entre los dos países por la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Dicha resolución critica la política de asentamientos de Israel y fue sometida a votación en virtud de una moción presentada por Nueva Zelanda.
Tras varios meses de conversaciones bilaterales secretas entre autoridades del gobierno en Nueva Zelanda, el director general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Yuval Rotem, y el director general de la División para Asia y el Pacífico, Mark Sofer, el primer ministro Binyamin Netanyahu habló por teléfono hace unos días con su par neozelandés, Bill English.
Como resultado de todas estas conversaciones, el primer ministro English envió a Netanyahu una carta en la que expresaba: “En primer lugar, y lo más importante – tal como manifesté en nuestra conversación – lamento el daño generado a las relaciones entre Israel y Nueva Zelanda como consecuencia del co-patrocinio de la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Daremos la bienvenida, con beneplácito, al regreso del embajador de Israel a Wellington”.
El embajador israelí en Nueva Zelanda fue convocado a Jerusalem tras el copatrocinio de Nueva Zelanda de la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, junto con Senegal, Malasia y Venezuela.
A la luz de la conversación telefónica y la carta, el primer ministro Netanyahu dio instrucciones a Yuval Rotem para notificar a las autoridades de Nueva Zelandia su decisión de poner fin a la crisis diplomática y devolver al embajador Itzjak Gerberg a su cargo en Wellington.