Itongadol.- El Seder de Pesaj es el ritual que llevamos adelante en los hogares y tiene claros objetivos:
– Contar y recordar la salida de Egipto, el abandono de la esclavitud para encaminarse hacia la libertad.
– Promover el diálogo y el encuentro generacional.
– Despertar en los participantes interés por saber y aprender.
– Otorgar a cada miembro de la familia un rol protagónico durante la noche del Seder.
Una modalidad ancestral e innovadora: el aprendizaje colaborativo
Nuestros sabios pensaron en recursos didácticos para aplicar en la noche del Seder, con el claro fin de que los objetivos se cumplan.
La Mitzvá que se nos prescribe en Pesaj es: “Vehigadeta Lebinjá, y le contarás a tu hijo…”
Propone una responsabilidad que deben asumir los adultos, para garantizar la continuidad de la tradición.
Este lema invita al encuentro generacional: abuelos, hijos, nietos que se verán preguntando, dialogando.
El factor no alterará el producto: de ser necesario, serán los nietos los que relaten y enseñen a los más grandes… La tradición se mantendrá viva y vigente.
La imagen es todo
La mesa es adornada con símbolos típicos del jag: la Hagadá, la Keará y sus elementos, las Matzot, la copa de Eliahu, las 4 copas… Todos ellos irán apareciendo a medida que avance el relato.
El estímulo visual estimula la curiosidad que llevará a la pregunta, concepto central de esta festividad.
Tocar, oler, comer, para que los elementos esa noche sean más que un mero elemento, cobrando un sentido y significado particular que se descubrirá en la explicación adecuada.
El que no sabe preguntará… y encontrará la respuesta esa noche.
La Educación inclusiva durante el Seder
El Seder ofrece la misma posibilidad para todos.
Hay preguntas, respuestas, explicaciones para cada uno de los que lo comparten.
Quienes poseen mayor conocimiento profundizarán en los contenidos y reflexiones. Quienes no lo tienen, o se encuentran en una etapa evolutiva que aún no acceden a conceptos abstractos, recibirán conocimientos básicos que igualmente facilitarán el contenido del relato.
Los que sólo se sentarán con cierto escepticismo, son invitados permanentemente a sentirse parte con algunas de las explicaciones expresadas.
Chicos…. ¡No se duerman!
Imposible aburrirse o dormirse temprano en la noche del Seder.
Los chicos serán tentados a quedarse despiertos. Son invitados a cantar, preguntar y participar.
No hay momento más hermoso que escuchar el Ma Nishtaná de las voces de los más pequeños. ¡Orgullo para padres y abuelos!
Los juegos de la memoria, en el Jag Gadiá y otros textos que obligan a acelerar el canto y la rapidez mental para hacerlo más divertido y dinámico.
Nadie se irá a dormir porque el postre, al finalizar la noche es el momento más esperado: el Afikomán… quien lo encuentra recibe premio, estímulo que convoca y divierte al grupo de los más chiquitos.
Quienes somos docentes, debiéramos tomar el modelo del Seder de Pesaj, como clase magistral.
Porque nos encuentra a todos en la diversidad, sentados alrededor de una mesa, enseñando a otros, aprendiendo de otros, vivenciando con otros, resignificando tradiciones y costumbres, ejercitando juntos la memoria y por supuesto dispuestos a deleitar los manjares que nos esperan.
¡El premio finalmente es para todos!
Pesaj Casher Vesameaj!!!
Sally Gansievich
Directora Comunitaria Judaica Belgrano