Itongadol/AJN.- Irán y Rusia firmaron en 2007 un contrato por 800 millones de dólares, conforme al cual, Moscú debía suministrar a Irán al menos cinco baterías del sistema S-300, capaz de interceptar y destruir simultáneamente varios misiles y aviones. El 18 de julio de 2016, Rusia hizo la primera entrega del sistema a Irán como parte del proceso de ejecución del contrato, cuyo plazo finaliza este mes de marzo.
Este fin de semana, las autoridades iraníes pusieron a prueba la capacidad del sistema para detectar y derribar “una amplia gama de objetivos aéreos”. Según informó el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Farzad Esmail, el ejercicio fue completamente exitoso y “el sistema S-300 destruyó un misil balístico”.
De acuerdo con la agencia, “durante las maniobras los expertos iraníes realizaron una serie de pruebas del sistema ruso de defensa, que implica el ensayo de diferentes escenarios de posibles amenazas. Se trata de la detección, identificación, detención y destrucción de varias metas por medio de los S-300”.
Todos los medios de comunicación iraníes – dentro y fuera del país – hicieron hincapié en esta noticia, destacando el éxito de la prueba y su importancia, y citaron a Farzad Esmail, que aseguró que “a partir de hoy, el S-300 será colocado junto a los poderosos sistemas iraníes Mersad y Talash para garantizar, más que antes, la seguridad nacional”.