Itongadol.-Estamos despediendo a nuestro amigo Shimon, padre, abuelo, con el corazón dolorido porque el pueblo judío pierde un líder excepcional, no sólo Israel, todo el pueblo de Israel, la diáspora pierde un líder excepcional. Pero también con una sonrisa porque se fue con una elegancia que cualquiera de nosotros envidia aun estando vivo. No tuvo un minuto gris, no tuvo un minuto aburrido, en el sentido en el que yo entiendo la elegancia, ni un minuto desprolijo.
El día anterior a marcharse de este mundo todavía era un hombre lúcido, pleno, con proyectos, con ideas innovadoras. Cuando el doctor le dijo a Golda Meir que estaba muy enferma, ella tenía alrededor de 70 años, y con una sonrisa irónica le dijo: ‘cuánto pensamos que íbamos a vivir cuando llegamos a este desierto, la mayoría de mis amigos ya no están’.
Que privilegio ha vivido tanto tiempo Shimon. Era bastante más grande que el país que contribuyó a fundar, una circunstancia que sólo ocurre en un país sólido en la tierra de Israel. Hay algunos países no funcionales en los cuales sus fundadores, quizás, tengan la edad del país, pero no hay ningún país tan importante como Israel donde sus fundadores tengan varios años más que el propio país. Todo eso nos trae en este momento una sonrisa.
Fue un hombre que a lo largo de su vida tuvo una salud atípica. Yo leyendo su autobiografía y ese breve diario de Entebbe, cuenta que en el medio del operativo, cuando todavía no estaba el avión aterrizando en Uganda, tuvo que ir al dentista. Es uno de los pocos momentos en los que cuenta que tiene un percance de salud, en el resto de las 500 páginas del libro está más jovial que yo.
Todos deben saber que abandonó Polonia en el año ’32, no casualmente el año en que Hitler asume el poder en Alemania, y ahí es cuando el abuelo, en la estación del tren le dice ‘se siempre judío’. Y yo pensaba al venir para acá que, sin ser un hombre religioso, muchas veces he escuchado la pregunta ‘dónde estaba D’s durante la Shoá’. Toda la familia de Shimon, que quedaba en Polonia, fue exterminada por los nazis. Se salvó el padre y su familia cercana que emigró a la Palestina por entonces, pero los padres de la madre que quedaban en Polonia, por ejemplo, fueron asesinados por los nazis, y toda su familia extendida fueron asesinados por los nazis.
Yo me preguntaba entonces con ese Shimon que viaja en el ’32, esa pregunta que escuché hace poco en Uruguay, donde participé en un seminario, que la preguntaba un hombre religioso: dónde estaba D’s durante la Shoá. Perdonen que yo dé mi personal hipótesis: para mí D’s nos estaba esperando en Israel; durante la Shoá D’s nos estaba esperando en Israel.
*Discurso pronunciado por el escritor en el acto de homenaje al ex presidente israelí Shimon Peres en el auditorio de la AMIA.