Itongadol.- Elon Musk ha sido noticia recientemente por cobrar dinero a los usuarios de Twitter por mostrar marcas azules en sus perfiles, declarando así que cualquiera puede verificarse a sí mismo y acabar con la verificación por terceros.
Musk despidió a un ejército de empleados que se encargaban, además de vigilar el contenido, de decidir qué seres humanos especiales eran lo suficientemente importantes como para lucir el codiciado tick [marca de verificación] azul junto a sus nombres.
El nuevo plan de Musk era sencillo. Paga unos cuantos shekels y tu perfil será indistinguible del de tus famosos favoritos. Al menos en teoría, y sólo si no notas la discrepancia en la cantidad de seguidores entre tu perfil y el de los famosos.
Al publicar en Twitter su intención de reformar el icono azul, la Twitteresfera se llenó de memes y de indignación, además de preguntas entusiasmadas sobre cuándo podrían hacerse con él. También estallaron apasionadas discusiones entre desconocidos, desconocidos y famosos, famosos y otras celebridades, élites sociales y empresarios y, por supuesto, entre influencers y el resto. Los influencers, por supuesto, se sienten más amenazados tras haber invertido toda una vida en construir su base de seguidores, trabajando cada hora del día para ganarse su estatus de marca azul, una insignia de honor, orgullo y ego sin diluir. Los actores y modelos de Hollywood, tan acostumbrados al trato preferente que les otorga la sociedad, se encuentran ahora en el mismo barco que tú y yo, despojados de regalos y obligados a desembolsar dinero real para sentirnos bien con nosotros mismos. La indignación fue inmensa. Twitter vintage.
Algunos usuarios, que todos conocemos, se alegraron de lo que consideraban una victoria contra el sistema [o la máquina, o Matrix]. En el otro bando, algunos avezados conformistas llegaban a exigir que Twitter proporcionara ticks con los colores del arco iris para aquellas cuentas que fueran verificadas como verdaderos miembros (o aliados) de la comunidad LGBTQ+. Otros colores, razonaban, serían suficientes para una cuenta que ha sido controlada y verificada que él, ella o ellos son realmente un «Él/Her/They» como afirman ser en la descripción de su perfil junto a los emojis. Es la hora de las tonterías.