Agencia AJN.- El rebrote de casos de coronavirus ocasionado por la variante ómicron, que se dio junto al descenso de efectividad de la tercera dosis de la vacuna Pfizer, llevó a Israel a recomendar un segundo refuerzo el último mes de enero.
El Instituto de Investigación e Innovación de Maccabi (KSM), llevó a cabo un estudio de retrospectiva respecto de datos estandarizados (con aprobación del comité Helsinki) para examinar la eficacia de la cuarta dosis contra contagios y el desarrollo de morbilidad grave que lleve a internaciones hospitalarias o muertes. Esta semana fue publicado en el magazine The BMJ.
El estudio, que fue liderado por la directora del Instituto de Investigación e Innovación de Maccabi (KSM), la doctora Tal Patalon, y la vicedirectora Sivan Gazit, examinó la eficacia relativa de la cuarta dosis, respecto a la tercera, entre cien mil afiliados a Maccabi, una de las principales prestadoras de servicios de salud de Israel, todos ellos mayores de 60 años, entre los meses de enero y marzo de 2022.

Enfermeras preaparan dosis de vacuna contra el coronavirus. Foto: David Cohen. Flash 90.
Se trata del periodo de estudio más largo respecto a la cuarta dosis. La investigación se realizó con la metodología Test Negative, que no asume que aquellos que no se sometieron a la prueba son negativos.
Los resultados arrojaron que la cuarta dosis brinda mayor protección contra la infección y el desarrollo de morbilidad grave y mortalidad, en comparación al tercer pinchazo, pero esta efectividad se desvanece más rápido.
De esta manera, la efectividad relativa de la cuarta dosis contra infecciones llega a su punto más alto luego de cuatro semanas del pinchazo y alcanza el 65%, pero después de cinco semanas retorna a niveles similares a los alcanzados pasados los siete días de la aplicación del «refuerzo». Pasados los dos meses y medios, queda en 22% de «efectividad».
Sin embargo, la eficacia relativa de la cuarta dosis frente a la morbilidad grave se mantiene por encima del 72% durante al menos diez semanas, que fue el periodo de estudio.
La investigación destaca que los casos graves fueron raros (menos del 1%) tanto entre las vacunados con el primer refuerzo como entre quienes recibieron la cuarta dosis.