Itongadol.- El ministro de Educación Superior y Recursos Hídricos, Zeev Elkin, anunció este jueves que los israelíes que esperan ingresar a Uman, a través de Bielorrusia o Modavia, no podrán concretar su cometido. En su cuenta de Twitter el funcionario escribió que se había realizado muchos esfuerzos “para ayudar a los israelíes a ingresar a Ucrania, pero esta mañana llegó la respuesta final negativa de las autoridades”.
Según dijo, los ucranianos anunciaron que no permitirán el ingreso a través del cruce fronterizo, incluso de una pequeña delegación. “Pido a nuestros ciudadanos que regresen a Israel y que sigan las instrucciones de aislamiento a su regreso”, indicó.
Según se estima, en la frontera entre los dos países hay unos 2.500 israelíes que intentaron cruzar el límite de manera ilegal.
En respuesta, las autoridades ucranianas desplegaron guardia de frontera y la tensión se intensificó en la zona. Desde el movimiento religioso Breslev advirtieron de “escasez de alimentos y agua para los jasidim que se enfrentan a los soldados armados”, y pidió a la cancillería israelí que intervenga.
Por sus ritos y desentendimiento con las pautas de salud frente a la pandemia de coronavirus, los religiosos representan un problema y amenaza para la salud pública.
Miles de religiosos que lograron salir de Bielorrusia fueron detenidos en el paso entre ambos países, incluso sin posibilidad de regresar.
Los fondos de los religiosos comienza a flaquear, y además de la Cancillería, la frustración y presión también es dirigida hacia los partidos ultraortodoxos.
La actual crisis comenzó hace más de un mes, cuando se hicieron oír en Israel voces de oposición por parte de funcionario de sanidad contra el ingreso de israelíes a la ciudad ucraniana.
También desde Ucrania se expresaron en contra del ingreso masivo y finalmente aprobó que mil personas entren al país, siempre y cuando sigan las pautas de salud.