Iton Gadol/Agencia AJN.- La exitosa serie «Fauda», que trata sobre una unidad israelí encubierta que lucha contra los terroristas, vuelve hoy al centro de la escena con el estreno de su tercera temporada en la plataforma global Netflix. La nueva edición se centra en el castigo que pagan los «inocentes», según adelantó el co-creador de la serie, Avi Issacharoff. «Vemos cómo la gente que no quiere ir a la guerra, que quiere vivir en paz, se ve atrapada en el conflicto israelí-palestino, a pesar de ellos mismos», dijo a AFP sobre el programa, ambientado por primera vez en la Franja de Gaza.
Fauda, que significa «caos» en árabe, ha recibido elogios y ha suscitado polémica desde que se estrenó en 2015 como el primer espectáculo israelí destacado que se proyecta tanto en hebreo como en árabe. Ha atraído al público de todo el mundo desde que fue subida a la plataforma Netflix en 2016, que estrenará la tercera temporada en la mayor parte del mundo en estos días.
Con un número sin precedentes de personas consumiendo productos audiovisuales en sus casas durante el aislamiento forzado por la pandemia COVID-19, la tercera temporada de Fauda parece estar lista para atraer una audiencia significativa.
Issacharoff, quien además es analista de asuntos árabes de The Times of Israel y ha cubierto de cerca el conflicto, dijo que «la receta sigue siendo la misma en general, pero esta temporada es mucho más compleja que las anteriores». Las primeras ediciones, cuyo escenario era Cisjordania, se centraban en la caza del jefe de la organización terrorista Hamas y de un comandante del grupo yihadista del Estado Islámico.
Lior Raz, co-creador y actor principal de Fauda, sirvió en la unidad militar en la que se basa el programa, y gracias a su conocimiento del conflicto, la serie adquirió un clima realista que generó mucho impacto, desde comentarios positivos hasta profundas críticas. Issacharoff dijo que la tercera temporada busca «mostrar el alto precio pagado por personas inocentes a causa del conflicto».
La tercera temporada comienza con el agente israelí Doron Kavillio, el personaje central interpretado por Raz, yendo de incógnito a la ciudad de Hebrón en Cisjordania. Haciéndose pasar por entrenador, Kavillio conduce a un joven boxeador palestino con un futuro brillante por un camino con importantes consecuencias.
La tercera temporada es la primera en la que gran parte de la acción tiene lugar en la Franja de Gaza, el enclave palestino sometido a un bloqueo impuesto por Israel y Egipto desde 2007, año en que Hamas tomó el poder en la franja costera. Israel dice que el bloqueo es necesario para impedir que las armas lleguen al grupo terrorista que gobierna Gaza.
Las escenas ambientadas en Gaza se filmaron en las ciudades árabe-israelíes de Kfar Kassem y Jisr al-Zarqa, en el centro y norte del estado israelí.
Fauda ha sido elogiado por muchos por ofrecer una representación matizada del conflicto, y el New York Times lo calificó en diciembre como uno de los 30 mejores programas de televisión internacional de la década.
Por otra parte, las críticas la evaluaron como demasiado unilateral, ya que los agentes israelíes son innegablemente representados como los temerarios protagonistas.
Una reseña de 2018 en el periódico The Guardian señaló que la medida en que el programa trata el conflicto con imparcialidad está en gran medida «en el ojo del espectador».
Issacharoff subrayó que Fauda es una «serie israelí». Sin embargo, dijo que «es importante para nosotros no caricaturizar al enemigo» y mostrar que también «sufren, lloran y aman».
Además, añadió que espera que el programa pueda servir de puente entre israelíes y palestinos, al tiempo que pone de relieve el sufrimiento de ambas partes.
Ciertos personajes se basan en personalidades conocidas por los co-creadores, en particular Yahya Sinwar, el líder de Hamas en Gaza. De todas maneras, el creador aclaró que Fauda «sigue siendo ficción, aunque le demos algunos elementos de realidad».