Itongadol.- El pescado es un alimento básico en muchas dietas, pero el suministro oceánico se está agotando debido a la sobrepesca. En cambio, el mundo se dirige hacia la acuicultura: peces cultivados en estanques. Para 2030, se estima que más del 60% de los peces destinados a la alimentación provendrán de la acuicultura y no de las capturas silvestres. Mantener a los peces saludables y que se reproduzcan es esencial para satisfacer la creciente demanda.
El científico de la Universidad Ben-Gurión, el profesor Itzhak Mizrahi, junto con colegas de la Organización de Investigación Agrícola y la Universidad Hebrea de Jerusalem, descubrieron cómo funciona el microbioma central de un pez, identificando las comunidades intestinales microbianas y cómo coexisten en una serie de especies de peces. Las comunidades microbianas de bacterias son poco conocidas, pero existe un consenso creciente de que juegan un papel importante en la vida de sus anfitriones.
Sus hallazgos fueron publicados en la revista Nature Microbiology.
«Una vez que comprendamos cómo funcionan estas comunidades microbianas en el intestino de los peces, podemos diseñarlas para optimizar la supervivencia y el crecimiento de los peces», explicó el profesor Mizrahi.
Dado que el pescado domesticado representará gran parte del suministro mundial en otros diez años, dicha optimización es fundamental para garantizar un suministro continuo.
El grupo del Prof. Mizrahi acaba de recibir una beca ERC Consolidator Grant y una DIP Grant para continuar su investigación innovadora. Es miembro del Departamento de Ciencias de la Vida en la Facultad de Ciencias Naturales y miembro del Instituto Nacional de Biotecnología en el Néguev.
La investigación fue apoyada por una ERC Starting Grant, el Ministerio de Agricultura de Israel y la Fundación de Ciencias de Israel.