Itongadol.- El sarcoma de Ewing es un cáncer de hueso que aparece principalmente en adolescentes. Debido a un solo gen defectuoso, una vez que se propaga a órganos distantes es difícil de tratar.
Los investigadores en el Instituto de Ciencia Weizmann han descubierto interacciones moleculares que subyacen a los sarcomas de Ewing y propuso un tratamiento potencial, que se ha mostrado prometedor en un estudio en ratones. Estos hallazgos fueron publicados recientemente en Cell Reports.
La becaria posdoctoral Dra. Swati Srivastava en el laboratorio del profesor Yosef Yarden en el Departamento de Regulación Biológica, junto con sus colegas, realizó una investigación centrada en los receptores de hormonas esteroides llamadas glucocorticoides.
Estos receptores están presentes en prácticamente todas las células humanas, transmitiendo mensajes hormonales relacionados con el estrés, la vigilia y una serie de otras funciones importantes. Pero a veces los receptores de glucocorticoides estimulan el crecimiento maligno. Lo hacen moviéndose al núcleo celular, donde interactúan físicamente y se unen con factores de transcripción, moléculas que activan o desactivan los genes. Los investigadores querían aprender más sobre el papel de estas interacciones en la malignidad.
Un análisis de interacción de proteínas altamente sensible adecuado para células vivas reveló interacciones previamente desconocidas: una vez activados por las hormonas, se encontró que los receptores de glucocorticoides se unían en el núcleo celular a factores de transcripción de la familia E-veintiséis, o ETS, formando juntos un físico complejo. Se sabe que uno de los factores de transcripción en la familia ETS impulsa el desarrollo del sarcoma de Ewing; su gen se fusiona anormalmente con otro gen, creando un oncogén: un gen que causa cáncer.
Cuando el estudio descubrió este vínculo entre el oncogén del sarcoma de Ewing y los receptores de glucocorticoides, los investigadores se propusieron probar una hipótesis: que estos receptores estimulan el crecimiento del sarcoma de Ewing. Una serie de estudios aportó evidencia de que este es realmente el caso. La unión física entre los receptores de glucocorticoides y la proteína producida por este oncogén aumentó el crecimiento y la migración de las células de sarcoma de Ewing en una placa de laboratorio y dio un impulso aún más fuerte al crecimiento y la propagación del sarcoma en ratones de laboratorio.
El mayor significado médico de estos hallazgos es que abren la puerta a una nueva opción de tratamiento para el sarcoma de Ewing. Cuando los investigadores implantaron células humanas de sarcoma de Ewing en ratones, los tumores crecieron mucho más lentamente cuando los ratones fueron tratados con metirapona, un medicamento que está aprobado para el tratamiento de la insuficiencia suprarrenal y funciona reduciendo la síntesis de glucocorticoides.
En otros experimentos, también en ratones, otro fármaco, la mifepristona, que bloquea el receptor de glucocorticoides y está aprobado para otras aplicaciones clínicas, evitó la metástasis del sarcoma de Ewing a través de una importante ruta de diseminación de células cancerosas, desde el hueso hasta los pulmones. Por el contrario, cuando los investigadores aumentaron la actividad de los receptores de glucocorticoides, los sarcomas crecieron y se propagaron mucho más rápido.
Además, los investigadores realizaron un análisis genético de muestras tumorales de pacientes con sarcoma de Ewing e identificaron siete genes regulados por los receptores de glucocorticoides que se expresaron en niveles superiores a lo normal en pacientes con tumores particularmente letales. Estos genes pueden servir como una firma genética que permite una selección de pacientes para el tratamiento: aquellos con genes de «firma» regulados al alza son especialmente propensos a beneficiarse del tratamiento dirigido a neutralizar los receptores de glucocorticoides. Los genes característicos también pueden ayudar a predecir el curso de la enfermedad: su mayor expresión puede indicar un mal pronóstico; La expresión reducida, por otro lado, puede indicar mejores posibilidades de supervivencia.
Si la investigación en pacientes humanos confirma los hallazgos del estudio, pueden ofrecer una nueva esperanza a los jóvenes con esta neoplasia maligna, especialmente en los casos en que el sarcoma ha hecho metástasis más allá del hueso.
«Nuestros hallazgos proporcionan la base para un enfoque personalizado para el tratamiento del sarcoma de Ewing», dice Srivastava. El hecho de que el estudio haya utilizado medicamentos que ya han sido aprobados para otros usos debería facilitar la implementación de este enfoque.