Itongadol.- En una entrevista con ItonGadol sobre la crisis que atraviesa la comunidad judía argentina frente a la pandemia del coronavirus, el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, afirmó que el contacto con las entidades judías del exterior “es diario y de solidaridad”.
“En el exterior saben que Argentina está enfrentando el COVID-19 correctamente, pero también saben que la Argentina y nuestra comunidad lleva el peso adicional, a diferencia de otras comunidades del mundo, de una situación económica que luego de muchos años hoy tiene el valor agregado de la pandemia. En la crisis de 2001/2002, las comunidades judías del exterior han ayudado a la comunidad judía local, y esa ayuda ha sido realmente importante. Seguramente nos estarán ayudando como lo han hecho históricamente”, agregó.
-¿Podría describirme la situación de las instituciones judías en Argentina?
-El escenario de las instituciones de nuestra comunidad replica lo que sucede en todos los sectores de la República. Los templos están cerrados, no hay ceremonias, y algunas actividades didácticas se realizan de manera remota. El Kabalat Shabat que nos permite el momento de estar en comunidad, con nuestra familia, con amigos y reflexionar todos juntos es una ausencia presente en cada shabat. Lo mismo sucede con los encuentros en nuestras sociodeportivas, en nuestros colegios o en las asistenciales. Esto sucede en el ámbito de toda la DAIA, ya que la comunidad judía está presente en todo el país y con una fuerte interrelación con el Estado. Nuestras Instituciones, entonces, padecen transitar el normal funcionamiento, lo que nos da vida, el impulso para estar en comunidad. Son más de 130 instituciones que transitan la misma crisis. La DAIA y todas las instituciones acompañan las decisiones del Gobierno Nacional y de los Gobiernos Provinciales. También quiero destacar que con todas las dificultades de este escenario, los colegios, los clubes, los templos y los centros asistenciales siguen de manera titánica dando educación, asistencia y contención a través de sus profesionales, directivos y maestros, con una conducta ejemplar. Cuidarnos es nuestra obligación y nuestro compromiso.
-¿El contacto es fluido?
-La DAIA habla todos los días con varios presidentes en forma personal. La DAIA realiza reuniones por la Plataforma ZOOM todos los días con su Consejo y con instituciones, colegios, templos y clubes. Algunas se han realizado y otras están ya programadas. Las DAIA de cada jurisdicción de todo el país hace lo mismo con sus instituciones adheridas. Es un imperativo moral saber qué les pasa y qué debemos hacer para sostenerlas.
– ¿Cuál es su mayor preocupación?
-Las ocupaciones y preocupaciones son tantas que no podemos ni debemos jerarquizarlas. La situación de no transitar la vida normal en comunidad, no ir al Colegio, no ir al club ni al templo, la situación económica devastadora de nuestras afiliadas y de nuestra gente, muchos de los cuales se encuentran en situación de pobreza, ya desde antes, y que requieren asistencia, lo que están realizando eficientemente nuestras adheridas que tienen el tema en sus incumbencias. No funcionar de manera organizada y previsible ocasiona daños morales y económicos. Y no corresponde una jerarquía entre ellos.
-Descuento que existe un clearing en el mundo judío en el exterior para dar respuestas a aquellas comunidades que las necesitan…
-Claro que sí, a través del Congreso Judío Mundial, el Congreso Judío Latinoamericano, el ADL (Anti Difamation League), el American Jewish Committee y la Agencia Judía. Con todas ellas el contacto es diario y de solidaridad. Saben que Argentina está enfrentando el COVID-19 correctamente, pero también saben que la Argentina y nuestra comunidad lleva el peso adicional, a diferencia de otras comunidades del mundo, de una situación económica que luego de muchos años hoy tiene el valor agregado de la pandemia. Nuestro crédito es nuestra trayectoria y nuestra presencia. Ser la comunidad más numerosa de toda América Latina y la quinta en el mundo. Saben de nuestras dificultades y también de nuestras virtudes. Saben de nuestra intervención en todas las áreas del entramado social, en los medios, en la ciencia, las artes, la política, la economía y de la importancia de la DAIA como referente de la sociedad civil.
En la crisis de 2001/2002, las comunidades judías del exterior han ayudado a la comunidad judía local, y esa ayuda ha sido realmente importante. Entendemos que las comunidades judías del mundo saben de las dificultades que tiene esta gran comunidad y seguramente nos estarán ayudando como lo han hecho históricamente.
-¿Mantuvo contacto con el Gobierno para informar la situación de las instituciones judías?
-Voy a contestar tu pregunta dividida en dos partes. Nuestro contacto con el Gobierno Nacional y con los gobiernos provinciales que realizan en este último caso las DAIA de cada jurisdicción, era diario y fluido también antes de la Emergencia Sanitaria. Los días posteriores al Decreto de Emergencia el Gobierno Nacional nos solicitó la colaboración para la lucha contra el virus. Todas las instituciones, luego de la comunicación emitida por las DAIA a sus adheridas y afiliadas, respondieron solidariamente. Pusieron a disposición recursos, inmuebles y voluntarios. Todo ello fue puesto en conocimiento de las autoridades.
En la segunda parte de la respuesta también decimos que, transitadas las dos primeras etapas de la pandemia, la comunicación sigue siendo fluida y sumamente receptiva en cuanto a las necesidades de asistencia que requerimos. Ya dije que nuestras instituciones están heridas, que presentan un daño de proporciones inéditas. Por ello transmitimos al Gobierno que necesitamos un plan de asistencia para las Asociaciones Civiles. Se ha implementado la justa asistencia a las empresas. Las empresas son organizaciones con fines de lucro. En nuestra comunidad ninguna organización tiene ese fin, todo lo contrario. Todos los que lean este artículo saben que los voluntarios damos recursos económicos y personales de manera mensual. Que damos educación, formal y no formal, que damos asistencia mutual, que tenemos los cementerios, que damos recursos a los desposeídos, que asistimos a nuestros adultos. Que damos contención a nuestra comunidad y muchas, muchas veces por fuera de ella. Por eso estamos solicitando asistencia y colaboración. Somos generadores de miles de empleos, somos cumplidores de las obligaciones fiscales, previsionales y legales. Queremos proteger a nuestros trabajadores y queremos proteger a las instituciones que les dan empleo. Por ello, hemos hablado, y hemos cursado las notas oficiales en ese sentido.
-Si no lo tuvo, ¿considera necesario formalizar un encuentro con el ejecutivo nacional a fin de informar y solicitar esa ayuda?
-No tuvimos ese encuentro presencial, ya está solicitado para referir “in voce” de que se trata lo que por nota hemos solicitado. Sin embargo, ya hemos conversado muchas veces telefónicamente y la disposición es notoria. Aguardamos en los próximos días el encuentro para explicar en detalle la situación.
-¿Debemos pensar en otra comunidad después del coronavirus?
-Nuestra comunidad es diversa, dinámica. Ante del COVID-19 también debíamos seguir avanzando en formatos modernos de comunidad. Sin duda, a tu pregunta específica, la respuesta es que no hay un día después, porque ese día ya llegó. Ya estamos en otro armado comunitario, ya tenemos la obligación de trabajar con un modelo de comunidad que permita transitar esta circunstancia extraordinaria que resulta de un imperativo moral superar. ‘Estemos todos juntos y para siempre’.