Itongadol.- El próximo miércoles se entregarán los Premios ILAN-AMIA a la Innovación y Compromiso Social e ItonGadol dialogó con la directora ejecutiva de la Fundación ILAN, Adriana Camisar, para conocer los detalles de este proyecto que llevará a Israel a más de 100 jóvenes latinoamericanos, la mayoría de los cuales no son judíos.
“Apoyar a estos jóvenes es fundamental para el crecimiento de los países. Con esta iniciativa, apoyamos a los países latinoamericanos y también estrechamos las relaciones con Israel”, destacó.
– ¿De qué se trata este proyecto?
– ILAN (Israel Innovation Network) nació en 2018 en México y el fundador es Isaac Assa, filántropo mexicano que creó ILAN con la misión de impulsar la innovación en los países de América Latina vinculados con Israel, para estrechar los lazos entre Israel y los países latinoamericanos.
– ¿Cómo se vinculan las partes?
– Israel, como todos sabemos, es uno de los polos de innovación más importantes del mundo en la actualidad. Queremos vincular a gente emprendedora e innovadora de Latinoamérica con el ecosistema innovador israelí y así, además, estrechar lazos entre Latinoamérica e Israel. Lo que hacemos, principalmente, es trabajar con las universidades. Las universidades escogen los proyectos estudiantiles más innovadores en un concurso y los ganadores, que son tres por universidad, vienen con nosotros a un viaje extraordinario a Israel.

– ¿Así nace ILAN?
– ILAN empezó premiando a innovadores. No a estudiantes, sino a gente que ya tenía sus emprendimientos importantes. Desde hace unos años empezamos a trabajar principalmente con las universidades porque nos dimos cuenta de que en Latinoamérica hay muchos jóvenes con ideas y proyectos brillantes, pero que muchas veces no tienen el reconocimiento y apoyo que necesitan para escalar sus proyectos, para no bajar los brazos, para seguir adelante. Y los jóvenes son el futuro de cualquier nación… Está comprobado que hoy, más que los recursos naturales y las riquezas, la innovación es el mayor motor de desarrollo de los países. Apoyar a estos jóvenes es fundamental para el crecimiento de los países. Con esta iniciativa apoyamos a los países latinoamericanos y también estrechamos las relaciones con Israel. Estamos trabajando hoy en muchos países: México, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, Argentina, empezando en Estados Unidos, y este año planeamos también lanzar ILAN en Paraguay y Panamá. A través de estos viajes, los chicos tienen la extraordinaria oportunidad de conocer de cerca el ecosistema innovador israelí, que es uno de los más avanzados del mundo. Entender cómo funciona, entender la sinergia que existe en Israel entre el gobierno, las universidades y el sector privado, entender por qué salen tantas startups y unicornios de Israel por año, empresas de más de mil millones… Lo que queremos es traer esos conocimientos a Latinoamérica. No que copien el modelo israelí, sino que abran su mente, aprendan y vengan con ideas más audaces y disruptivas a sus países de origen.
– Hay que tener generosidad para compartir y darles las herramientas para que lo puedan hacer…
– Sí. La idea del fundador, Isaac Assa, fue hacer algo bueno para sus dos amores. Un amor es Latinoamérica -él es mexicano y ama todo lo que tenga que ver con la cultura latina-, y por otro lado, su amor por Israel. La idea surgió porque fue amigo de Shimon Peres, en sus últimos años de vida. Peres le dijo: «Mirá, Isaac: Quiero que me ayudes. Ahora que ya no tengo un cargo de gobierno, puedo hacer lo que realmente quiero en la vida». A lo que Isaac le preguntó con qué quería que lo ayudara y Peres le dijo: «Quiero cambiar el mundo». Isaac le preguntó cómo hacerlo y Shimon respondió que a través de la innovación. Peres fue un visionario de la innovación y así fue como a Isaac se le ocurrió esta idea. El mundo era demasiado grande, pero empezando por Latinoamérica, quiso traer un poco del conocimiento de la innovación israelí a los países latinoamericanos.

– ¿Se trata de un proyecto que siempre fue alimentándose y creciendo?
– Sí, fue creciendo. De hecho, este año la delegación va a ser la más grande que hicimos hasta ahora: van a ir más de 100 personas de toda Latinoamérica. Van a venir aproximadamente 30 personas de la Argentina. Estamos felices… Acabamos de terminar las premiaciones en todas las universidades. En la Argentina estamos trabajando este primer año con 5: la Universidad Nacional del Litoral; la Universidad Tecnológica Nacional, que es realmente la única federal porque está en todo el país; la Universidad Torcuato Di Tella; la Universidad Austral y el Instituto Tecnológico de Buenos Aires. El año que viene planeamos ampliarlo a más universidades, sobre todo en el interior del país, porque nos interesa que más estudiantes tengan acceso a esto. Los proyectos de los chicos son increíbles. Realmente, nos llevamos una muestra de lo mejor de la Argentina, y algo muy importante que quiero decir es que los proyectos que ILAN premia no solo deben ser innovadores y brillantes desde el punto de vista técnico, tienen que tener un impacto social positivo. Tienen que mejorar la vida de las personas de alguna manera, y esto tiene mucho que ver con el ADN de la comunidad judía y de Israel porque el Tikún Olam (Reparación del Mundo) tiene mucho que ver con esta misión. Todos los que viajan son chicos que pusieron mucho esfuerzo y trabajo en proyectos que no solo son excelentes, innovadores y disruptivos, sino que además tienen un gran contenido humano.
– ¿El Tikún Olam se dio? ¿Entendieron la consigna y hubo respuesta a eso?
– Entendieron la consigna. No podían participar proyectos que no tuvieran un fin altruista, que no tuvieran un impacto tangible en la vida de las personas. La mayor parte de los chicos que viajan no son judíos, muchísimos de ellos nunca estuvieron en Israel y es muy lindo ver el entusiasmo que tienen por ir.

– ¿Cuál va a ser el programa?
– El programa es un viaje de aprendizaje y descubrimiento del ecosistema innovador israelí. No es una experiencia turística, aunque van a poder pasear un poco, por supuesto. Es principalmente una experiencia inmersiva en el ecosistema innovador. Van a ver las mejores innovaciones israelíes en distintas áreas. Van a aprender muchísimo sobre esta coordinación que existe en Israel, lo que se llama «el triángulo de la innovación», donde hay una coordinación muy estrecha entre el sector público, el sector privado y la academia. Van a aprender mucho sobre startups. Vamos a ir a lugares que tienen que ver con la salud, con la agricultura, con la tecnología, con la inteligencia artificial… Es muy completo.
– ¿Cómo es la relación de ILAN con el presidente Javier Milei?
– El presidente Milei estuvo en nuestro evento de lanzamiento en la Argentina, en julio del año pasado. Le gustó mucho el proyecto de ILAN. Le parece que es un proyecto que puede realmente impulsar la innovación en la Argentina y nos apoyó desde un comienzo.

– ¿Cuáles son los desafíos para los próximos 5 años?
– Queremos, principalmente, contar con representación de ILAN en cada país de Latinoamérica. También en los Estados Unidos queremos poner un pie; ya tenemos un convenio con algunas universidades de allí… Nuestro plan es crecer cada vez más, abarcar más universidades y que más chicos tengan esta posibilidad porque hay chicos realmente brillantes en estos países y queremos que tengan más oportunidades de crecimiento. Venimos llevando delegaciones desde hace muchos años y lo lindo de este proyecto, además del viaje en sí, es que tienen un montón de aprendizajes. Los chicos hacen contactos. Se forma una comunidad de innovadores. Tenemos una plataforma a la que se suman todos los chicos que fueron viajando todos los años y donde tenemos mentorías: los vamos acompañando en sus proyectos, tienen consejos de expertos y se pueden comunicar entre ellos. Se genera una comunidad realmente invaluable porque los proyectos que salen de ahí son impresionantes.

– Además de los jóvenes, ¿quiénes más participan?
– En esta delegación vienen no solo los chicos ganadores, vienen también autoridades de las universidades y académicos, y ellos también van a tener oportunidades de hacer contactos con universidades, con centros de investigación en Israel. Lo que va a potenciar todavía más el impacto de ILAN porque estas personas van a volver y volcar todo lo que aprendieron y conocieron a otros estudiantes que no tuvieron la oportunidad de viajar.
– ¿Cuál es su expectativa personal con este viaje, que logra ejecutar un proyecto de esta envergadura?
– La expectativa es enorme porque es el viaje más grande que hemos hecho hasta ahora. Es un gran desafío porque los premios se dieron en distintas disciplinas; no solamente en tecnología, también en el área de la educación, el área social… Esperamos cumplir con la expectativa de toda esta gente tan valiosa que viaja… Estamos tratando de armar el programa de manera que tengan la experiencia más rica posible de lo que es Israel y lo que pueden traer de aprendizaje de esto.
– ¿Cómo está viviendo Isaac Assa este crecimiento?
– Creo que su mayor felicidad es cuando puede interactuar con los estudiantes y escuchar todo lo que esto genera. El impacto que genera no solo es en cada uno de los chicos que viaja, tiene un efecto en cadena porque ellos generan un impacto positivo y una inspiración en otros chicos cuando regresan. Es muy gratificante este trabajo. Está feliz y quiere escalarlo aún más.

– ¿Hubo una reunión en la Embajada de Israel en Buenos Aires recientemente?
– Hubo una reunión donde el embajador (Eyal Sela) recibió a todos nuestros premiados. Algunos de los chicos viajaron desde otras provincias solamente para estar en ese desayuno. Fue una forma de empezar a darles la bienvenida a Israel desde ahora y fue algo muy cálido, muy hermoso. La expectativa de los chicos y el entusiasmo creo que es aún mayor…